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Unas 7.000 personas según los organizadores, 4.000 según la policía, se manifestaron ayer en Bayona (País Vasco francés) en apoyo al acercamiento de presos etarras, mientras que varios cientos quedaron «bloqueados» en el lado español de la frontera con Francia debido al control policial. Los agentes franceses de la Compañía Republicana de Seguridad (antidisturbios), llevaron a cabo un férreo control, establecido en la frontera con España desde el mediodía.

Francia pretendía evitar, con el restablecimiento de controles en la frontera con España, actos de violencia como los registrados en las últimas semanas. Es una medida preventiva para evitar «muy graves disturbios del orden público que pudieran producirse», tal como prevé el artículo 2 del Convenio de Schengen, dijo un portavoz del Ministerio del Interior. El restablecimiento de controles en la frontera con España durante 24 horas sábado, partió de Bruselas tras la comunicación por Francia a la Unión Europea.

Se preveía que unos 20 autobuses acudirían a la manifestación de Bayona desde España. Ante la imposibilidad de llegar hasta Bayona, unos 250 de los manifestantes «bloqueados» por la policía protagonizaron una concentración de protesta en el paso fronterizo de Biriatu. Molesta por ese control excepcional, la «coordinadora de los comités de apoyo a los prisioneros políticos vascos» anunció ayer su intención de recurrir ante los tribunales administrativos franceses y ante instancias europeas los controles galos en la frontera con España.