El último asesinato de ETA tuvo ayer la respuesta de la ciudadanía.
El periodista Jordi González fue el encargado de leer el manifiesto
de condena en la manifestación que se celebró en Terrassa. El texto
de repulsa fue un mensaje de esperanza en la lucha contra el
terrorismo de ETA. Por la mañana, Viladecavalls, la localidad en la
que vivía el concejal popular Francisco Cano Consuegra, acogió una
emotiva concentración silenciosa de cientos de ciudadanos, al igual
que otras muchas localidades españolas.
'Catalunya per la llibertat. ETA no' fue el lema consensuado por
todos los partidos catalanes. La primera fila estuvo nuevamente
ocupada por autoridades políticas como el presidente del Gobierno,
José María Aznar; el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol; el
alcalde de Terrassa, Manuel Royes; el ministro de Asuntos
Exteriores, Josep Piqué; el secretario general del PSOE, José Luis
Rodríguez Zapatero; su homólogo en el PP, Javier Arenas; el
presidente de los socialistas y populares vascos, Pasqual Maragall
y Javier Fernández Díaz; y el coordinador general de IU, Gaspar
Llamazares.
Unos 150.000 ciudadanos catalanes, según fuentes del
Ayuntamiento de Terrassa, circularon por las calles de la localidad
barcelonesa desde minutos antes de las 19.00 horas, la mayoría del
recorrido en silencio, un silencio roto en ocasiones por los gritos
contra ETA. Además, muchos de los asistentes llevaron pancartas en
las que se pedía a la banda terrorista su desaparición y a los
dirigentes políticos diálogo para solucionar el problema.
Una pieza musical de Pau Casals y el manifiesto de condena,
leído por el periodista Jordi González, pusieron fin a la marcha.
La elección de la persona encargado de leer el texto fue uno de los
principales problemas, después de que algunos responsables
políticos no vieran con buenos ojos lo que ocurrió la última vez
con la también periodista Gemma Nierga.
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