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El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó ayer con los votos a favor de PP, CiU y CC el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2001. Tras incluir 121 enmiendas en los distintos trámites parlamentarios en el Congreso y el Senado, y la denominada Ley de Acompañamiento con 140 modificaciones añadidas, se han aprobado los últimos presupuestos de la década con un déficit cero, un crecimiento económico del 3'6 por ciento y la propuesta de creación de 400.000 empleos.

Estos presupuestos, los primeros que eliminan el déficit público en la historia de la democracia española prevé una inflación del 2 por ciento y una creación de empleo del 2'5 por ciento, casi 400.000 puestos de trabajo. Esto dejará la tasa de desempleo en España en el 12'7 por ciento, lo que nos vuelve a situar a la cabeza de Europa.

En el debate de ayer el PP ha ampliado a los vehículos todoterreno y jeeps la rebaja del 50 por ciento del impuesto de matriculación para los vehículos que compren las familias numerosas. Además, decidió suprimir una enmienda del Proyecto de Ley de Medidas Fiscales Administrativas y del Orden Social, conocida como Ley de Acompañamiento que afectaba a la Ley del Patrimonio histórico español para evitar la dispersión de bienes españoles hacia el extranjero. La Cámara Alta decidió destinar 355.000 millones para compensar a los pensionistas por la pérdida de poder adquisitivo derivada de la desviación de la inflación entre noviembre del año pasado y este año.

Durante el debate, los grupos parlamentarios reiteraron los argumentos esgrimidos en el debate de la totalidad de las cuentas del Estado para 2001. Así, el portavoz presupuestario del PSOE, Francisco Fernández Marugán, acusó al Gobierno de haber incrementado el gasto público en los presupuestos durante los diferentes trámites parlamentarios. En su opinión la errónea previsión de inflación afecta a la credibilidad del sistema presupuestario español. Para el portavoz socialista son unos presupuestos declarativos que carecen de una dirección estratégica poderosa sin legitimidad social y que ignoran los problemas de las familias españolas.