Cientos de miles de personas participaron en la manifestación.

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La manifestación, encabezada por una pancarta con la leyenda «Catalunya per la llibertat, ETA no», comenzó poco después de las 19:00 horas en la confluencia del Paseo de Gracia con la calle de Aragón y estuvo encabezada por el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, flanqueados por representantes de los partidos políticos democráticos.

Los líderes políticos marcharon portando una pancarta con la leyenda «Catalunya per la llibertad. ETA no», el mismo lema que encabezó la manifestación de Terrassa de la semana pasada por el asesinato del concejal del PPC Francisco Cano. A ambos lados de Pujol y Clos se situaron dirigentes de los partidos políticos, sindicales y miembros del Gobierno, así como el portavoz del Ejecutivo vasco, Josu Jon Imaz.

Tras la comitiva principal desfiló una representación de agentes de la policía municipal de paisano, compañeros del fallecido, con una pancarta en la que podía verse un lazo azul junto a la leyenda «Les Policies Locals», que de vez en cuando recibían los aplausos de los ciudadanos situados en los laterales del Paseo de Gracia.

No obstante, la nota dominante de la manifestación fue el silencio en memoria de la víctima de ETA, sólo interrumpido por algún grito aislado de condena a la banda terrorista y de «Pujol, ¿a qué esperas para firmar?» "en referencia al pacto antiterrorista suscrito entre el PP y el PSOE". Los manifestantes llevaban diversas pancartas con lemas como «No hay camino para la paz. La Paz es el camino», «La no violencia está libre de todo miedo», «Basta de muertos» y «Por la libertad y contra el terrorismo». Bajo una ligera lluvia, la manifestación trazó el mismo itinerario que las convocadas en protesta por los asesinatos del ex ministro socialista Ernest Lluch y el concejal popular de Sant Adriá José Luis Ruiz Casado y concluyó en la plaza de Catalunya.