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EFE/OTR-PAMPLONA El secretario general del PP, Javier Arenas, aseguró ayer en Pamplona que un Gobierno conjunto entre populares y socialistas en el País Vasco sería muy eficaz contra el terrorismo y garantizaría la beligerancia permanente de la Ertzaintza contra ETA y su entorno. El dirigente popular explicó que la política cultural y educativa de un Ejecutivo de esta naturaleza terminaría con el desprecio que, en su opinión, se fomenta en Euskadi, hacia España. «Hay nacionalismos moderados comprometidos con la Constitución que se dedican a afirmar lo propio, el problema está cuando el nacionalismo cifra toda su función en el desprecio de lo común», señaló.

Arenas, al contrario que el secretario general del PSE, Nicolás Redondo Terreros, quien afirmó el sábado que un Gobierno «constitucionalista» en Vitoria lograría acabar con ETA en cuatro años, no quiso poner fecha a esta posible alianza, «porque el problema del terrorismo tiene mucha entidad».

En cualquier caso, reiteró que ese Ejecutivo sería más eficaz entre otras razones porque sería un Gobierno estable y sólido y en este momento «hay un Ejecutivo en minoría que debería convocar elecciones mañana». Además, Arenas, quien ayer asistió como invitado al VI Congreso de UPN, en el que Miguel Sanz fue reelegido presidente del partido, criticó a Xabier Arzalluz por «apelar al terrorismo para condicionar el voto en el País Vasco». «Es intolerable que Arzalluz diga que ETA se vería justificada con un Gobierno del PP y del PSOE porque eso es utilizar la violencia para intentar condicionar la libertad de los vascos en las elecciones», dijo.

El portavoz del PNV en el Congreso de los Diputados, Iñaki Anasagasti, afirmó que las declaraciones efectuadas por Arenas en Pamplona «son impropias de un responsable de un partido serio; son propias de un bocazas y por tanto, tienen el valor que tienen». Anasagasti criticó así las afirmaciones de Arenas sobre un Gobierno vasco formado por PP y PSE-EE que, en opinión del dirigente popular, «significaría la beligerancia permanente de la Ertzaintza contra ETA y su entorno» y el fin de una política cultural y educativa «que se está fomentando en el País Vasco: el desprecio a lo común, al proyecto de España».