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El PP impidió ayer, gracias a su mayoría absoluta, que el Congreso aprobara la proposición no de ley presentada por el PNV para condenar el alzamiento militar del 18 de julio de 1936, que derivó en la Guerra Civil y el régimen franquista. La iniciativa no tuvo éxito pese a que los nacionalistas, a instancias de PSOE e IU, accedieron a suavizar la redacción original e incluir una condena expresa del terrorismo de ETA.

La propuesta del PNV, defendida por el diputado José Juan González de Txabarri, denunciaba el «notable esfuerzo» que se ha hecho por «ocultar lo que significó aquella dictadura de cuarenta años», que a su juicio abrió un paréntesis en la historia caracterizado por la «imposición del fascismo más feroz, que obligó a la ciudadanía a convivir en las tinieblas». Además, instaba a las autoridades respectivas a retirar todos los símbolos o emblemas de la dictadura franquista, y rechazar todo intento de fomentar un «pensamiento único».

El PSOE, que respaldó en general la propuesta de los nacionalistas vascos, presentó a su vez otras enmiendas para añadir al texto del PNV. Así, propuso que el Congreso de los Diputados condene y lamente el «enfrentamiento incivil» que provocó el alzamiento. La iniciativa socialista acepta el segundo punto del PNV sobre la retirada de todos los emblemas o símbolos relacionados con la dictadura y suprime el último punto donde el PNV rechazaba «todo intento de fomentar en la sociedad el llamado pensamiento único».

Por parte del Grupo Socialista, Joaquín Leguina señaló que, aun cuando puede parecer que la iniciativa del PNV pretende «meter el dedo en el ojo» del PP, su contenido es relevante, por lo que anunció el apoyo del PSOE. El portavoz de IU, Felipe Alcaraz, apostó por la «reconciliación» de los españoles partiendo de la base de que «casi todos» han perdido la Guerra Civil. También CiU apoyó la iniciativa alegando, por boca del diputado Josep López de Lerma, que debatir sobre el pasado sólo tiene sentido si es para superarlo.