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Gobierno y PP pidieron ayer a los contrarios al Plan Hidrológico Nacional (PHN) que se informen bien de sus beneficios y no se dejen manipular, mientras que el PSOE, otros partidos de la oposición y ecologistas calificaron de éxito la manifestación celebrada el domingo en Madrid que, dijeron, debe hacer reflexionar a José María Aznar y al PP. El presidente del Gobierno, José María Aznar, pidió a los aragoneses contrarios al PHN que se informen bien de sus beneficios y que no se dejen «manipular» por el discurso «oportunista y lastimero» de los «profesionales del agravio inexistente», aunque subrayó que comprende que haya personas, en especial en Aragón, que piensen que este Plan perjudica a su región.

El ministro de la Presidencia, Juan José Lucas, afirmó que el PHN «admite que en el proceso de tramitación se mejore, aunque precisó que la manifestación «exige mil matices» y advirtió de que la marcha fue «astutamente preparada desde los poderes públicos». El Plan Hidrológico, según Lucas, «no es la Biblia ni es un dogma que haya que pasar por él», y añadió que este proyecto «admite que en el proceso de tramitación se mejore, y habrá que oír sugerencias de todos los partidos». Preguntado por la oposición de CiU al Plan Hidrológico, Lucas se mostró convencido de que «CiU y el PP se dirigen hacia una política de entendimiento, al margen de momentos en los que puedan aparecer choques sectoriales».

El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, pidió al presidente del Gobierno de Aragón, Marcelino Iglesias, que se manifieste públicamente y explique la «disparidad de criterios» existente entre los ciudadanos el Plan, que explique si la manifestación fue en contra del PHN, de los embalses, de las inversiones, o si es que hay disparidad de criterios al respecto.

En respuesta a estas declaraciones, Iglesias dijo que «lo que se planteaba en Madrid es que se busquen fórmulas, que las hay para resolver mejor y más rápido el problema del agua en España».