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Trece reuniones técnicas y siete rondas políticas no han bastado para que la Unión Europea y Marruecos alcanzaran un acuerdo pesquero. Se pone fin así a cuatro meses de negociaciones y quince de amarre forzoso de la flota. La Comisión Europea había asegurado repetidas veces que el que ha fracasado sería su último intento para alcanzar un acuerdo con Rabat en materia de cooperación pesquera.

Ante esta situación, el comisario de Pesca, Franz Fischler, anunció una propuesta de financiación para reestructurar la flota afectada, culpando a las exigencias marroquíes del fracaso. En España el Gobierno ha convocado para mañana miércoles la mesa de pesca, integrada por armadores, sindicatos y administraciones para analizar el plan de reconversión. a delegación europea aseguró que, tras el último intento de acuerdo, las conversaciones han fracasado por las reivindicaciones marroquíes, «que ya venían sin ningún margen de maniobra» ya que querían nueve millones de euros para tres años sobre una base anual. «Queríamos un pacto que restrinja la flota de la Unión Europea, pero que permita algunas posibilidades de pesca y que al mismo tiempo permita al sector pesquero marroquí desarrollarse con el apoyo europeo», señaló Fischler.

En España, adelantándose a la noticia, el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Miguel Arias Cañete, afirmó que la mitad de los barcos españoles que faenaban hasta hace más de un año al amparo del anterior acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos se reubicarán en otros caladeros. El ministro explicó que la mitad de la flota española tendría que reconvertirse y que habría que hacer acciones de reindustrialización en comarcas muy dependientes de la pesca como Galicia o Cádiz e incluso en alguna zona de Canarias. Cañete también prometió la convocatoria de la mesa de negociación con armadores, pescadores y sindicatos para elaborar conjuntamente el plan. El titular de Agricultura lamentó ayer que Marruecos haya mantenido una posición de enorme dureza.