La constructora Núñez y Navarro hizo público ayer un comunicado en
el que señala que todos los pisos que vendió a inspectores de
Hacienda, como el resto de operaciones que hace el grupo, fueron
operaciones efectuadas «siempre a precio de mercado
independientemente de la actividad profesional del comprador o
inquilino».
En el proceso abierto contra Núñez y Navarro, Anticorrupción
solicitó los registros de los grupos Núñez e Ibusa para intentar
probar que los inspectores de Hacienda investigados por corrupción
aceptaron falsos balances de las empresas y supuestas grandes
pérdidas para que pudieran eludir el pago de impuestos y obtener
además ayudas públicas.
Núñez y Navarro, propiedad del ex presidente de FC Barcelona,
Josep Lluis Núñez, ha vendido pisos a los inspectores Manuel
Abella, Roger Bergua y José Lucas Carrasco, y al ex delegado de
Hacienda en Cataluña, Miguel García Hoffmann.
Manuel Abella compró a Núñez y Navarro por 86 millones de
pesetas un dúplex en la zona alta de Barcelona cuyo precio de
mercado era muy superior, según defiende la Fiscalía.
Nuñez y Navarro destaca en su nota que ha recibido múltiples
inspecciones, hasta 250, en los últimos diez años y hechas por 50
inspectores diferentes.
La constructora y promotora que «agradece los numerosos gestos de
apoyo y simpatía recibidos» recuerda que la Agencia Tributaria le
adeuda a su grupo «aproximadamente 2.000 millones por devoluciones
de IVA ingresados y con derecho a devolución» de terrenos que han
adquirido al centenar de empresas que configuran su grupo
empresarial.
Sin comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
De momento no hay comentarios.