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ETA está cobrando el llamado 'impuesto revolucionario' a empresarios y comerciantes simpatizantes de EH según se desprende de algunos documentos incautados por la Policía francesa en una de las últimas operaciones efectuadas contra ETA en el país vecino, según adelantó ayer la cadena SER. ETA ha sumado a comerciantes de todo nivel y condición incluidos los de su propio entorno a los empresarios vascos que habitualmente chantajea con su campaña de extorsión. Según los investigadores algunos de los simpatizantes asumen que contribuyen de algún modo a la causa y contribuyen regularmente con los asesinos.

Así, justifican que si los terroristas se arriesgan personalmente, cometiendo los atentados, ellos deben realizar una aportación económica para apoyar a la banda. Sin embargo, una buena cantidad de los empresarios se ven obligados a pagar debido al temor a sufrir las represalias de los violentos, si no demuestran su simpatía con EH de forma sustanciosa. En una de las últimas operaciones efectuadas en Francia contra la banda armada, las fuerzas de la lucha antiterrorista galas encontraron diversa documentación en la que constataban los nombres de un grupo de personas que iban a ser extorsionadas o que ya lo habían sido.

Junto a los documentos incautados, también fueron encontrados albaranes y recibos que iban a ser enviados a los comerciantes contribuyentes como justificante de pago. Las cantidades dependen de la magnitud del negocio y parten de un mínimo de unas 500.000 pesetas al año. Fuentes policiales sostienen que la banda terrorista goza en estos momentos de una de sus etapas más boyantes en lo que a su economía respecta. Así, destacan que hace cuatro años, cuando fue detenido Urrusolo Sistiaga, se le encontró sin dinero para sobrevivir, y, en cambio, a los últimos detenidos del 'comando Madrid' se les intervino más de un millón de pesetas.