La visita a España del ministro argentino de Infraestructuras,
Carlos Bastos, en un último intento por buscar una solución a la
crisis de Aerolíneas Argentinas, ha contado con los esfuerzos de
las partes implicadas de preservar las relaciones bilaterales y con
el mutismo respecto a posibles alternativas empresariales.
Bastos, que llegó a primera hora de la mañana a Madrid, se
entrevistó de inmediato con el ministro de Asuntos Exteriores,
Josep Piqué. Fuentes diplomáticas indicaron que Piqué había
trasladado al ministro argentino la voluntad del gobierno español
de que la crisis de la línea aérea no enturbie las relaciones entre
los dos países.
La estancia de Bastos en España se concretó con otra entrevista,
por la tarde, con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, que
se saldó con el silencio entre las partes en relación a posibles
medidas que hiciesen retornar a Aerolíneas Argentinas a la
actividad.
En esa línea de conciliación se expresó el Gobierno argentino,
que en declaraciones desde Buenos Aires del secretario general de
la Presidencia, Nicolás Gallo, señaló que el Ejecutivo argentino
luchará «con toda su energía para que no se extiendan sentimientos
antiespañoles», que si se han producido, ha sido debido a «una
politiquería barata».
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