La Junta de Fiscales de Sala, integrada por la cúpula de la Carrera
Fiscal, estudiará si procede citar como imputado al ministro de
Asuntos Exteriores, Josep Piqué, en el «caso Ercros», después de
que quedara ayer suspendida la reunión de la Junta General del
Tribunal Supremo. Según informaron en fuentes jurídicas, la Junta
de Fiscales del Tribunal Supremo, que se reunió ayer bajo la
presidencia del fiscal general, Jesús Cardenal, decidió por mayoría
suspender la convocatoria de la Junta General del jueves próximo,
al estimar que no es necesaria al ser suficiente el acuerdo
aprobado el miércoles por la sección encargada del «caso Ertoil».
La Sección de la Fiscalía del Supremo encargada del caso decidió
el miércoles por diez votos a dos que procede que este Tribunal
asuma la competencia, se nombre instructor y se cite como imputado
por supuestos delitos de alzamiento de bienes, apropiación indebida
y fraude fiscal a Piqué, que en el momento de los hechos era
consejero y director de Estrategia Corporativa de Ercros. Por
tanto, Cardenal fijará la próxima semana la fecha de la
convocatoria de la citada Junta de Fiscales de Sala.
Después la Fiscalía elaborará el informe que el Supremo solicitó
el pasado 25 de abril sobre las actuaciones que proceden después de
que la juez de la Audiencia Nacional Teresa Palacios remitiera las
conclusiones de su investigación sobre la venta, en 1991, de
Ertoil, filial de Ercros, a la petrolera francesa Elf a través de
la sociedad luxemburguesa General Mediterranean Holding (GMH).
Durante la reunión ordinaria que celebran todos los jueves los
fiscales del Supremo, varios propusieron que el acuerdo adoptado el
miércoles por la sección encargada del «caso Ercros» tuviera
«valor» de Junta de Fiscalía del Supremo y que por tanto no fuera
necesario volver a abordar el asunto en Junta General.
El fiscal general recordó que según el reglamento del Ministerio
Público se puede solicitar la convocatoria de Junta General, como
el miércoles se hizo, ante la solicitud de alguno de sus miembros.
Tras un debate en el que se defendieron las dos posturas, la de
suspender la reunión del jueves y la de mantenerla, se acordó que
lo decidiera el propio Cardenal, quien propuso que se realizara una
votación y que se hiciera lo que decidiera la mayoría. La mayoría
de la quincena de fiscales presentes acordaron que la decisión del
miércoles de los fiscales era suficiente y que no era necesaria una
nueva reunión.
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