Castresana (izq.) junto a Clemente Auger (centro) y Martín Pallín.

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En opinión de Castresana la imparcialidad de Jesús Cardenal se ve afectada porque su nombramiento fue realizado por el Consejo de Ministros. Mientras, el Gobierno pide respeto para Josep Piqué, ya que, según el ministro Portavoz, la especulación con derechos de los ciudadanos es mucho más que inoportuna y aún no hay ninguna decisión judicial. Sin embargo, la oposición pide al responsable de Asuntos Exteriores que declare voluntariamente para aclararlo todo e incluso exige su dimisión. En una rueda de prensa, el fiscal Castresana explicó que las partes personadas en el caso tienen la posibilidad de solicitar la no intervención de Cardenal por su interés directo o indirecto en esta causa, ya que su puesto depende del Consejo de Ministros del que Piqué forma parte. Esta propuesta debería ser resuelta por el Ministro de Justicia, Angel Acebes, según prevé el Estatuto Fiscal.

Según Castresana, el hecho que el Consejo pueda cesar a Cardenal cuando quiera, deja al fiscal del Estado en una situación de dependencia que afecta a su imparcialidad objetiva, por lo que debería abstenerse y dejar que sean otros miembros de la Fiscalía los que decidan sobre la imputación del ministro. Además, para argumentar su propuesta, el fiscal anticorrupción aludió a la doctrina del Tribunal Europeo de Derechos Humanos. También puso como ejemplo el ´caso Lewinsky´, en el que la fiscal general y secretaria de Justicia, Janet Reno, tuvo que abstenerse a favor del fiscal especial Kenneth Starr en relación con la investigación a la que fue sometido el entonces presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton.

Desde el Gobierno, en rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, el portavoz del Ejecutivo, Pío Cabanillas, demandó a los partidos de la oposición que respeten los derechos fundamentales de Piqué, «porque la especulación con derechos de los ciudadanos es mucho más que inoportuna» y se está hablando del ministro como si ya hubiera sido imputado, «a veces por ignorancia y otras por mala fe». Así, destacó que el Gobierno respeta las decisiones judiciales, pero en estos momentos «no existe ninguna resolución, ningún imputado y mucho menos un inculpado». El Gobierno aclaró que el titular de Exteriores cuenta con «todo el apoyo y el reconocimiento» del Gobierno Aznar.

Por su parte, el ministro de Justicia, Àngel Acebes, contestó a la propuesta realizada por Castresana y solicitó que se respeten, «con carácter general», todos los procedimientos judiciales, y que se deje a los jueces y fiscales «que hagan su trabajo y decidan conforme a derecho». A pesar de las peticiones del Gobierno, el portavoz del Grupo Socialista, Jesús Caldera, apoyó la petición de Castresana y solicitó que el fiscal del Estado se inhiba en los trámites para la imputación de Piqué. Así, explicó que el cargo de Cardenal depende de Aznar y del Consejo de Ministros y, por tanto, «está en sus manos». El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió por su parte al fiscal general del Estado, Jesús Cardenal, que «cumpla con su obligación legal y constitucional» ante el 'caso Ercros'.

Por el contrario, la Asociación de Fiscales rechazó la petición de Castresana porque Jesús Cardenal no tiene ningún interés personal en la causa, y además no tiene una relación de subordinación con el Gobierno. Para el portavoz, José Antonio Martín Caro, el nombramiento del fiscal general está regulado en la Constitución y no es concretamente del Gobierno, sino del Rey a propuesta del Ejecutivo, una pequeña matización».