(NAVARRA)
El concejal de UPN en el Ayuntamiento de Leiza José Javier Múgica
Astibia, de 49 años, casado y con tres hijos, resultó muerto ayer
al estallar una bomba-lapa, con unos tres kilogramos de explosivo,
colocada por ETA en los bajos de su furgoneta de una forma difícil
de detectar. Los restos mortales de Múgica Astibia, quien contaba
con medidas de contravigilancia «bastante importantes», reforzadas
tras la agresión sufrida en agosto del pasado año cuando su
furgoneta fue incendiada, permanecen en el tanatorio Irache de
Pamplona por expreso deseo de la familia, que no quiso que la
capilla ardiente se instalara en el Ayuntamiento de Leiza,
gobernado por EH.
El cadáver del edil, segundo de UPN asesinado por ETA, que en
mayo de 1998 mató al pamplonés Tomás Caballero, será incinerado hoy
al mediodía en el Horno Crematorio de la capital navarra, antes de
que, a las 18.00 horas, se oficien los funerales en la iglesia
parroquial de Leiza. El atentado tuvo lugar pasadas las 10.00 horas
cuando Múgica Astibia, quien había asistido a cursos de
autoprotección, acababa de abandonar su domicilio, en el número 30
de la calle Amazabal, y se introdujo en su vehículo, marca
«Volkswagen», de color azul.
Nada más arrancar el coche hizo explosión la bomba-lapa que,
compuesta por unos tres kilogramos de explosivo, posiblemente
«Titadine» y proveniente del robado por ETA en la Bretaña francesa,
había sido colocada en el exterior de la furgoneta, entre el
bastidor y la caja de cambios, de una forma difícil de detectar. La
fuerte explosión, que calcinó por completo la furgoneta y causó
cuantiosos daños en los vehículos aparcados en las inmediaciones,
mató en el acto al edil, cuyo cuerpo fue lanzado hasta el exterior
del coche y quedó tendido sobre el asfalto hasta las 12.45 horas,
cuando fue trasladado al Instituto Anatómico Forense de Pamplona
para la práctica de la autopsia.
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