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EFE - LEIZA Numerosas personas despidieron ayer al concejal de UPN asesinado el sábado por ETA José Javier Múgica durante los funerales oficiados en la parroquia de Leiza por el arzobispo de Pamplona, quien pidió a ETA que deje de matar, después de que, por la mañana, se celebrara la incineración de sus restos en la intimidad. La ceremonia religiosa, a la que asistió el presidente del Gobierno, José María Aznar, se celebró con la iglesia abarrotada de público y en un ambiente de serenidad que no pudo sin embargo mantenerse cuando la viuda de José Javier Múgica, Reyes Zubeldía, subió al altar y se dirigió a los presentes para decirles, con palabras entrecortadas por el llanto: «No puedo decir mucho más, gracias por venir».

Durante la homilía, seguida por megafonía desde el exterior por las cientos de personas que no pudieron acceder al templo, el arzobispo de Pamplona se dirigió a ETA para «en nombre de Dios» pedirle: «dejad de matar» y «no manchéis con vuestros crímenes el honor y las virtudes del pueblo vasco, tened el valor de defender vuestras ideas con los argumentos de la razón y de la noble competencia política».

En la misa se leyó también una nota de la Conferencia Episcopal, en la que los obispos se muestran «consternados».
Tras la misa, cuya parte musical corrió a cargo de la coral Jaiki, de la que formaba parte el concejal asesinado, los asistentes se dirigieron hacia la plaza del Ayuntamiento y se concentraron en silencio durante cinco minutos tras una pancarta con el lema «Leiza y Navarra contra ETA- Leitza eta Nafarroa ETAren aurka», junto a la que podía verse otra con la palabra «asesinos» portada por miembros de organizaciones juveniles. Junto al Ayuntamiento, gobernado por EH y sin las banderas a media asta, esperaban un centenar de personas que volvieron a recibir con aplausos a los hijos y la viuda del concejal, cuyas cenizas serán esparcidas en el alto de Usategieta, una zona situada a cinco kilómetros de Leiza en la que se encuentra la casa en la que nació Múgica.

Tras la concentración, que finalizó con los aplausos de los presentes, las autoridades abandonaron el lugar, mientras un grupo de personas permaneció dando palmas y coreando consignas como «libertad», «ETA no», «asesinos» o «ETA y HB la misma mierda es». Por la mañana, los concejales de UPN en el Ayuntamiento de Pamplona abandonaron durante la intervención de la portavoz de EH la sesión extraordinaria convocada por el consistorio para condenar los asesinatos de ETA, condena aprobada por todos los grupos excepto el abertzale y Batzarre, que se abstuvieron.