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El sindicato ERNE de la Ertzaintza denunció ayer que la labor de los agentes que se infiltran entre los violentos no sirve para nada debido a «limitaciones ideológicas» y recibió las críticas del departamento vasco de Interior, que calificó el informe sobre la violencia callejera elaborado por esta central de «demagógico, primario y simplista». En una rueda de prensa en Bilbao, el secretario general de ERNE, Iñaki Castro, expuso que el informe de este sindicato surgió de su negativa a asumir el papel de «víctimas e incompetentes» y reclamó a Interior impulsar el trabajo de las unidades de investigación y no, como se está haciendo hasta el momento, hacerles frente centrando el trabajo en las patrullas de seguridad ciudadana, que sirven «de mera contención» de los incidentes.

Castro denunció que la labor de la unidad de información sufre una «limitación ideológica» y exigió que Balza explique en el Parlamento Vasco por qué las informaciones recabadas «por los agentes que se infiltran entre los violentos y se la juegan, se cortocircuitan» y finalmente «no sirven para nada». El departamento de Interior del Gobierno Vasco salió al paso del informe de ERNE y lo calificó de «demagógico», «primario», «simplista», «improvisado», «difuso» y «generalista», al tiempo que acusó al sindicato de alentar la polémica entre los partidos.

A través de un comunicado, el departamento de Interior aseguró que el sindicato no le ha hecho llegar el informe pero, por lo publicado de él, «constituye un simple ejercicio de demagogia, alejado de un verdadero plan de carácter operativo que debería centrarse en propuestas mucho más concretas», y que «sólo pretende lograr la adhesión de quienes contemplan las cuestiones de seguridad como una oportunidad para la polémica política».

El presidente del PNV de Vizcaya, Iñigo Urkullu, rehusó polemizar públicamente sobre el plan contra la «kale borroka», aunque manifestó su oposición a alguna de las medidas planteadas, como la creación de una fiscalía especial en la Audiencia Nacional, por entender que no es la mejor opción «ni operativa ni políticamente». El presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, instó al Gobierno Vasco a realizar una «autocrítica urgente» de sus planes contra la ´kale borroka» porque «han fracasado», así como a impulsar la «unidad de acción» en esta materia con el Ejecutivo central y con los sindicatos de la Ertzaintza.