Familiares de Francisca Eraunzetamurgil, tras el funeral.

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El ministro del Interior, Mariano Rajoy, dijo ayer que la explosión de un cochecito de juguete cargado con pólvora que el lunes mató a una mujer e hirió gravemente a su nieto en San Sebastián pudo deberse a un acto de «kale borroka», mientras que el Gobierno vasco afirmó que su prioridad «absoluta» es esclarecer esta «barbaridad». El vicepresidente primero del Gobierno dijo que «aunque no se puede descartar ninguna hipótesis, los servicios de información del Ministerio del Interior indican que se trata de un acto de 'kale borroka'».

Rajoy descartó la posibilidad de que el objetivo fuese el dueño del bar donde fue encontrado el cochecito de juguete, que luego explosionó, y señaló que por unas o por otras razones, los responsables no habrían podido utilizar el artefacto y lo habrían abandonado en el establecimiento. El ministro informó de que se trata de «un coche pequeño que apareció el sábado, que fue el día en el que se celebró la manifestación ilegal de Sagi».

Por su parte, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, quien junto con el lehendakari visitó el hospital donde está ingresado el niño, señaló que la «prioridad absoluta» del Ejecutivo autónomo es esclarecer «la barbaridad» de estos hechos. Imaz solicitó además la colaboración ciudadana para determinar la responsabilidad de este «asesinato», que, según dijo, puede denominarse también «atentado» o «como queramos», y precisó que «por el momento no se descarta ninguna hipótesis». Fuentes de la investigación precisaron que los especialistas de la Ertzaintza todavía no han podido determinar la cantidad exacta de pólvora que contenía el cochecito dentro de un pequeño cilindro metálico, aunque estiman que ésta pudo oscilar entre los 10 y los 14 gramos.

Indicaron también que la ignición fue originada mediante el contacto con la pólvora de una pequeña bombilla roja que se iluminaba al encender el interruptor del juguete, de 15 centímetros de longitud. El secretario general del PP, Javier Arenas, se mostró convencido de que ETA y la violencia callejera son los responsables de la explosión. Para el PSOE también apunta al ámbito de la «kale borroka». Desde IU, Gaspar Llamazares pidió a los gobiernos central y vasco que se coordinen para ofrecer una versión «coherente» sobre el responsable de la explosión.