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El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo ha pedido a la Interpol que abra una investigación que determine si existen cuentas del propietario de Gescartera, Antonio Rafael Camacho, en Suiza o en paraísos fiscales como las islas Jersey o Caimán. Si se localizan esas cuentas secretas y si tienen fondos, se pediría, mediante una comisión rogatoria al país correspondiente la intervención y bloqueo de las mismas. En la instrucción del caso, ayer se supo que la juez Teresa Palacios dio permiso para que el imputado José María Ruiz de la Serna vaya a la sede de la agencia de valores, bajo vigilancia de la CNMV, para coger documentos fiscales para acreditar sus declaraciones a Hacienda entre 1997 y 2000.

El teniente fiscal Anticorrupción, Luis López Sanz, pidió el lunes en un escrito al juez que se iniciara una «investigación policial urgente» con el fin de detectar las supuestas cuentas que Antonio Camacho tiene abiertas en el suizo EFG Bank Group de Ginebra. Dicha entidad bancaria tiene una oficina en la isla de Jersey que administra fondos por más de 260.000 millones de pesetas, y en dicha isla están ubicadas también las sociedades Stock Selection y Euroinvestment UK Ltd., creadas por Camacho para, supuestamente, canalizar el 'dinero B' de Gescartera.

Las diligencias emprendidas por la Audiencia Nacional tienen como fin que se confirme la existencia de estas sociedades para poder solicitar posteriormente su intervención y bloqueo. Según distintas informaciones aparecidas en la prensa, Camacho tendría dinero depositado en las sociedades Willow, del paraíso fiscal Grand Canyon, y Beta Capital Investment, de Miami. Una rápida intervención de las cuentas de Camacho es clave para poder resarcir a los cerca de 2.000 inversores de Gescartera cuyo dinero ha desaparecido. Camacho sostiene que los 18.000 millones desaparecidos se perdieron en malas inversiones en Bolsa.

El fiscal Luis López Sanz ya ha emitido el preceptivo informe sobre la querella presentada el pasado 23 de julio por la Asociación de Usuarios de Bancos, Cajas y Seguros (Adicae), que pretende personarse en el caso como acusación popular, instándola a que especifique el número de afectados a los que representa y cuáles son personas físicas o jurídicas. En su querella Adicae solicitaba la responsabilidad civil subsidiaria de la ONCE que, aunque está personada en el caso como afectada, posee el 10 por ciento de la agencia de valores.