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Uno de los terroristas más sanguinarios de ETA regresó ayer a España tras cumplir condena durante cuatro años y medio en las cárceles francesas. José Luis Urrusolo Sistiaga, conocido como «el hombre de las mil caras» y ex 'número dos' de ETA, ha sido extraditado por el país vecino por las 11 causas que tiene abiertas en la Audiencia Nacional. El terrorista no quiso responder a ninguna de las preguntas formuladas por el juez Baltasar Garzón sobre los casos ni tampoco sobre su pertenencia a ETA.

Garzón le preguntó por los tres sumarios que instruye contra él, que son el asesinato del ex secretario de Estado para las Autonomías Manuel Broseta, cometido en Valencia en 1992; el asesinato de los suboficiales del Ejército Virgilio Más Navarro y Antonio Querol Querol, un día después en Barcelona, y por un coche bomba que abandonaron Urrusolo e Idoia López Riaño en 1991 en Zaragoza. El etarra fue trasladado tras su comparecencia a la prisión madrileña de Soto del Real. Además de por 16 asesinatos, Urrusolo será procesado por delitos de depósito de armas y explosivos, falsificación de matrículas, estragos, detención ilegal, lesiones, secuestro y pertenencia a banda armada, entre otros. Y es que la carrera terrorista de Urrusolo es muy amplía, en parte por la facilidad para cambiar de aspecto, lo que le permitió escapar de la policía durante dos décadas.

Sus etapas más sangrientas fueron al frente del 'comando Madrid', a principios de los 80, y del 'comando Ekaitz' o 'itinerante' en 1991 y 1992. El terrorista fue detenido el 16 de enero de 1997 en un control de carretera realizado por la policía francesa en Saint Foy La Grande, en Burdeos. Las Fuerzas de Seguridad le atribuyen la intervención, de forma directa o indirecta, en una treintena de atentados que se saldaron con un balance total de 16 muertos. En 1982 participó en la voladura del edificio de Telefónica en Madrid. También tomó parte en el secuestro de de Diego de Prado Colón de Carvajal y en el asesinato del consejero delegado del Banco Central, Ricardo Tejero Magro, en 1985.

Participó en el secuestro del industrial Emiliano Revilla, asesinó al subdelegado de la empresa Ferrovial, Edmundo Casal Pérez, en Valencia, fue uno de los responsables de la muerte de dos artificieros por un paquete bomba en la empresa Servi-Trans. También en 1991 asesinó con un coche bomba a dos policías y al conductor de una grúa en la localidad alicantina de Muchamiel y asesinó a dos miembros de la policía tiroteándolos. Por último, en 1992, atentó en Barcelona contra los ocupantes de un vehículo del Ejército del Aire en el que viajaba el comandante Arturo Angueras, y en el que resultarón heridos su acompañante y conductor.