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EFE-QUINTANILLA DE ONÉSIMO El presidente del Gobierno, José María Aznar, criticó ayer la indefinición de las ideas socialistas y expresó su esperanza en que el PSOE sea capaz de acabar con el «mutismo» y las «vacilaciones» en sus posturas frente a los grandes temas que afectan a España. En un discurso pronunciado ante cerca de 500 simpatizantes y militantes del PP de Castilla y León, José María Aznar destacó que «lo más notable» de la posición que defienden los socialistas en asuntos como la cohesión nacional, la reforma de la educación y la emigración es que nadie sabe cuál es.

«Como siempre, un follón; no hay asunto de alguna entidad respecto al que la oposición tenga una postura definida», aseguró Aznar, quien invitó al PSOE a «meditar seriamente» y plantear alternativas en vez de «ofrecer un pacto» o mantener la «adhesión inquebrantable a lo hecho por sus predecesores». El presidente intercaló las críticas al PSOE a lo largo de todo un discurso en el que destacó la reforma de la educación, la emigración, la cohesión nacional y la profundización en el liberalismo económico como los principales asuntos para el nuevo curso político que dará comienzo el próximo viernes con la primera reunión del Consejo de Ministros tras las vacaciones.

Así, Aznar reiteró su confianza en la política de privatizaciones argumentando la necesidad de un «Estado fuerte, pero reducido a las funciones que le son propias», entre las que «no está la de la gestión de empresas». Aseguró que, tras la experiencia de los últimos años, sólo los «progres trasnochados» plantean la «ocurrencia» de volver a la situación de monopolio. Y apuntó que «miente o es un ignorante», quien con «mucha desvergüenza», asegure que la privatización de sectores como el de las telecomunicaciones o la electricidad no han supuesto una mejor eficacia, una mayor calidad de servicio y una bajada de tarifas.