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AGENCIAS-VITORIA El lehendakari, Juan José Ibarretxe, instó ayer en el Parlamento vasco, en su intervención en el pleno monográfico de pacificación, a reconocer a todas las formaciones la existencia de un problema político vasco, más allá de la violencia, con el fin de poder abordar la normalización de Euskadi. Ibarretxe, que se marcó como principal objetivo de su Gobierno la erradicación de ETA, abogó por el diálogo y el consenso para lograr la paz, insistió en apoyar a las víctimas y solicitó al Ejecutivo central que proceda al acercamiento de presos.

En su discurso, Ibarretxe destacó la necesidad de que el debate sirva para presentar ante la sociedad vasca «algún punto de encuentro, por mínimo que sea, compartido entre todos, que pueda servirnos para iniciar el camino». Por ello, emplazó a realizar un esfuerzo «para encontrar una propuesta de consenso que suponga el mínimo punto de partida para iniciar el camino de diálogo» y realizó una propuesta para «su toma en consideración» por parte de los diferentes grupos parlamentarios. Los partidos vascos dedicaron toda la jornada a debatir en el Parlamento sobre «pacificación y normalización política». Durante sus discursos apenas hubo acercamientos de posiciones.

La tesis de Ibarretxe fue replicada tanto por el PP como por el PSE. El presidente del grupo del PP, Jaime Mayor Oreja, defendió que la pacificación sólo es posible «con la desarticulación de ETA desde el Estado de Derecho». Mayor dejó claro que el camino hacia la paz «tiene como primer y decisivo eslabón la erradicación de ETA». El líder del PP pidió al Gobierno Vasco «un plan de acción, medidas y voluntad política» para luchar contra ETA. Para Mayor, «lo absurdo es dar todos los días vueltas a la idea del diálogo y la unidad. Diálogo: todo el necesario para desarticular una organización terrorista; y unidad: toda la necesaria para acabar con ETA».

El portavoz del PSE-EE, Nicolás Redondo, advirtió al lehendakari de que «no pretenda que hablemos de las reivindicaciones nacionalistas con la excusa de la paz». «Los socialistas pensamos que el conflicto que es necesario abordar con urgencia y desde la unidad de todos los demócratas es el terrorismo». Por ello ofreció «diálogo para combatir y derrotar a ETA», un diálogo entre «partidos democráticos». El otro punto de vista crítico con el lehendakari fue el de Arnaldo Otegi, para quien las propuestas suponen «una salida en exclusivos términos policiales contra ETA, sus militantes, y supongo que contra su entorno».