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El ex ministro del Interior José Luis Corcuera admitió ayer en el juicio que se sigue por el 'caso de los fondos reservados' que compensó haber dejado sin vacaciones o haber obligado a interrumpirlas a subordinados del Ministerio con joyas a sus esposas por valor de siete millones. No obstante, negó haber dado autorización para pagar sobresueldos a estos mismos altos cargos. Lo que sí tiene claro, según declaró, es que «alguien usó los fondos para enriquecerse». La declaración de Corcuera, al igual que la de Barrionuevo el lunes no estuvo exenta de polémica con el fiscal.

El ex ministro comparó los gastos en joyas con los regalos que el propietario de Gescartera realizaba a sus clientes. «Las joyas giraban en torno a las 90.000 pesetas con IVA, y me arrepiento de haber sido tan escaso por los daños producidos, nada que ver con los 'pelucos' de cinco millones de los que se habla ahora», dijo, en referencia al 'caso Gescartera'. En otro momento de su declaración, Corcuera se quejó de que se haya investigado su patrimonio y el de su familia durante los siete años que ha durado la instrucción del caso en base a denuncias anónimas. Añadió que quien creyó todos esos rumores «dice ahora que el diario de Pilar Giménez Reyna no tiene valor porque puede estar falsificado», según dijo la ex presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, Pilar Valiente.

Corcuera admitió que se equivocó de partida en la compra de las joyas, que entregó en cenas de Navidad del Ministerio, puesto que debió haber utilizado la cuenta de protocolo. Si no lo hizo, dijo, es porque los fondos reservados son «públicos». Para confirmar que no quiso ocultar el gasto recordó que compró las joyas «con factura y pagando el IVA». Además, aseguró que él no modificó la mecánica del uso de los fondos, según le mostró su antecesor, Barrionuevo.

Mientras, el fiscal del Estado, Jesús Cardenal mostró su «preocupación y malestar» por la actuación del presidente del tribunal que juzga el «caso de los fondos reservados», al entender que ha consentido lo que califica de «inaceptable actitud» por parte de Barrionuevo y Corcuera con el fiscal Luzón.