Jaime Caruana, señaló, a puerta cerrada, ante la comisión de
investigación del 'caso Gescartera' que en estas cuentas hay 11.292
millones de pesetas, pero no hay evidencia de que estén
relacionadas con el caso del fraude de la agencia de valores. Al
conocer esta circunstancia, el PSOE acusó al Ministerio de Economía
y al instituto emisor de consentir que un 'paraiso fiscal' opere en
España. Durante su comparecencia, Caruana afirmó que no va a
abrirse un informe sobre el crédito de la familia Rato en HSBC,
porque su supervisión no corresponde al Banco de España, al
tratarse de una entidad extranjera.
El portavoz socialista en la comisión, Antonio Cuevas, acusó al
Banco de España y al Ministerio de Economía de estar consintiendo
en el centro de Madrid un «paraíso fiscal» a través del HSBC. El
gobernador discrepó de estas acusaciones, afirmando que la
operativa opaca del HSBC no se puede considerar ilegal. Cuevas
también recordó que se trata del mismo banco que concedió un
crédito de 525 millones a Muinmo, la empresa participada por el
vicepresidente Rodrigo Rato y sus hermanos y argumentó que la
institución que preside Caruana no es independiente, pues su
gobernador es persona de confianza de Rato, que ya le nombró antes
director general del Tesoro.
En su intervención a puerta cerrada, Caruana indicó que el
propio HSBC ha asegurado que las cuentas detectadas por el Banco de
España no tienen nada que ver con Gescartera, pero reconoció que el
instituto emisor no tiene medios legales para comprobarlo, pues se
trata de un sistema «opaco». A estas 138 cuentas habría que añadir
las 33 cuentas cifradas que en el informe oficial que se remitió al
Parlamento se situaban en el entorno de la agencia de valores.
Curiosamente, la filial suiza del HSBC donde radican estas 138
cuentas es también la entidad depositaria de dos cuentas abiertas
en Londres por la firma Stock Selections "sociedad instrumental
creada por Antonio Camacho" y que sí se ha demostrado que están
relacionadas con Gescartera, pero cuya cuantía global se
desconoce.
Caruana esbozó ante los miembros de la comisión su hipótesis
personal sobre cómo se produjo el agujero patrimonial de 18.000
millones en la agencia de valores, argumentando que dicha cifra
podría estar inflada en función de la previsión de los clientes, al
computar la inversión material y las rentabilidades prometidas o
pactadas. En su intervención llegó a afirmar que hay tres entidades
financieras, a las que eludió citar, que han hecho cosas que no
deberían haber hecho, como certificados falsos y contratos anómalos
de apertura de cuentas. Caruana admitió ante la comisión de
investigación «cierta descoordinación» en la actuación de la
Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en su etapa como
director general del Tesoro, hasta 1999, lo que provocó «errores» y
algunas «decisiones equivocadas». Además, cuestionó la actitud de
los inversores de Gescartera, al atender a una oferta de
rentabilidad «en contra de toda la lógica del mercado».
El secretario de Estado de Economía, José Folgado, confirmó por
su parte que Economía añadió el requisito de la entrada de la ONCE
en Gescartera para aprobar su ascenso a agencia de valores, algo
que debía haber confirmado la CNMV.
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