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El presidente del Gobierno, José María Aznar, aseguró ayer, durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, que los españoles pagarán menos impuestos en 2002 que cuando gobernaba el PSOE, al tiempo que recordó que seguirá reduciéndose el IRPF y se eliminará el IAE. Aznar, en respuesta a una pregunta del líder de la oposición, José Luis Rodríguez Zapatero, en la que pedía explicaciones por la decisión del Ejecutivo de aumentar un total de once impuestos indirectos, aseveró que «ni este Gobierno ni ningún otro, aunque quisiera, podría subir los impuestos indirectos, porque no existen».

El jefe del Ejecutivo apuntó que lo que es «bastante difícil de explicar» es que las comunidades gobernadas por los socialistas aceptaran un sistema en el Consejo de Política Fiscal y Financiera para después no respaldarlo, así como que el principal partido de la oposición «lanzara a los cuatro vientos» una reforma del IPRF de tipo único y luego presente un recurso de inconstitucionalidad «contra aquellos que han bajado por primera vez en este país el impuesto sobre la renta».

Asimismo, le reprochó al líder de la oposición que sea partidario de bajar los impuestos y al mismo tiempo presente en el debate de presupuestos una serie de enmiendas que suponen un incremento del gasto de 1'2 billones de pesetas. «Si tuviera tiempo, vería que hay una reforma fiscal tanto del impuesto sobre la renta, para las familias, como en el impuesto de sociedades, para las empresas, que reducirá en España los impuestos para el año que viene», aseguró. Por su parte, Rodríguez Zapatero acusó a Aznar de incumplir «gravemente» sus compromisos electorales al aumentar determinados impuestos indirectos (gasolinas, alcohol, tabacos, butano, módulos para pequeños empresarios y comerciantes, peaje de autopistas, tasas de ferrocarriles, puertos y aeropuertos), especialmente en un escenario de menor crecimiento económico.

Asimismo, denunció la «gravedad» de tomar esta decisión vía enmiendas en el Senado, ya que, según señaló, supone vulnerar el acuerdo de financiación autonómica, «atentar contra la buena fe», y utilizar esta Cámara «como desvertebradora de España». «Esto sí que es insólito, sus incumplimientos, su modo de entender la gobernabilidad del Estado y la vertebración de España», apostilló. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, reconoció por su parte que la subida de los impuestos que gravan los carburantes, el alcohol, el tabaco, el butano y las autopistas provocará un aumento «muy moderado» en el IPC a comienzos del próximo año.

Montoro defendió así las mencionadas subidas impositivas, además de las aprobadas en las tasas de seguridad de los aeropuertos, puertos y ferrocarriles durante un intenso debate de más de media hora con el PSOE en el pleno de control al Gobierno del Congreso. En sus diferentes intervenciones para replicar las siete preguntas de contenido fiscal lanzadas desde los bancos de la oposición, el titular de Hacienda justificó las distintas subidas de impuestos en la normativa fiscal de la UE, en un caso, así como al nuevo acuerdo de financiación autónomica suscrito en otro, y a la necesidad de incrementar la seguridad en el transporte consecuencia de los atentados del 11 de septiembre en cuanto a las tasas se refiere.