Tampoco esta vez hubo quorum en el Parlamento vasco. La ausencia de
PP, PSE y Batasuna obligó al presidente de la Cámara, Juan María
Atutxa, a retrasar el debate de las enmiendas a los prepuestos,
esta vez para el viernes. El lehendakari, Juan José Ibarretxe,
pidió a todos los grupos parlamentarios el fin del boicot, y abogó
por retomar el diálogo. Con este fin, Ibarretxe se reunirá con
todos los partidos antes del pleno.
Esta vez asistieron todos los parlamentarios de PNV, EA e IU-EB.
También acudió Jone Goirizelaia, de Batasuna, pero no precisamente
para facilitar el quorum que buscaba el Gobierno vasco, sino para
colocar en los asientos de su grupo carteles «contra la exclusión
social». Tras dos llamadas al orden, Atutxa ordenó retirar los
carteles.
Como faltaban dos parlamentarios para conseguir el quorum,
Atutxa se vio obligado a suspender una vez el pleno, y posponerlo
hasta el viernes. El portavoz parlamentario del PP vasco, Leopoldo
Barreda, aseguró que este nuevo aplazamiento «no tiene ninguna
explicación política». Ante la posibilidad de que el viernes Atutxa
aplique el quorum reducido que le permite un dictamen de 1983, el
dirigente popular aseguró que «una segunda cacicada no remedia los
males causados por la primera».
El lehendakari Ibarretxe ya ha dado los primeros pasos para
intentar solucionar el bloqueo. En primer lugar, remitió un escrito
a todos los grupos parlamentarios, en el que denuncia que «PP, PSE
y HB suman sus votos para boicotear las instituciones democráticas
vascas», y pide el fin de esta situación. En el mismo texto,
Ibarretxe recuerda a Batasuna que no pactará con ellos mientras no
condenen la violencia, y al PP le critica que sea «amigo de jugar
en campo embarrado con la ayuda de un importante poder mediático a
su servicio».
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