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El líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que su viaje a Marruecos «ya ha sido muy útil» para el Gobierno, y en este sentido destacó que el embajador de España en Rabat le haya acompañado en sus entrevistas con las autoridades marroquíes. Zapatero aseguró que ayer por la mañana intentó hablar por teléfono con el presidente del Gobierno y expresó su confianza en que Aznar le devuelva la llamada para explicarle, a través de una conversación telefónica o una entrevista, lo que ha visto y «lo que se puede hacer para mejorar la relación» con Marruecos.

Destacó la utilidad que ha supuesto para el embajador de España en Marruecos el haber estado en todas las reuniones, y confirmó que el embajador, en su presencia, quedó encargado ante Mohamed VI de «enviar una serie de documentación informativa sobre cuestiones en las que había un mal entendido», como en el control de la inmigración. Zapatero, reveló que Mohamed VI mostró especial sensibilidad por la cuestión de la inmigración. Explicó que el rey solicitó más ayuda económica para, entre otras cosas, una dotación de radares para lanchas rápidas y de otros medios que puedan ser útiles para el control de la inmigración, y ha pedido que no sólo haya una ayuda de la UE, sino que los países más directamente interesados, como España, Francia y Portugal, aporten también recursos.

Otra de las cuestiones tratadas fue la pesca, de la que Zapatero opinó que ha sido el «origen» del desencuentro, aunque matizó que ha habido un cúmulo de causas. El líder socialista, quien afirmó que su viaje habrá sido, además de útil para el Gobierno, también para la representación diplomática, indicó, no obstante, que «tenemos que reformar mucho nuestra acción en el exterior». Afirmó que su visita ha sido positiva para los objetivos de España, para mejorar la relación coyuntural con Marruecos y sentar las bases de una mejor relación futura y añadió que España debe impulsar el proceso de modernización y democratización marroquí.

Zapatero aseguró que no quiere entrar en ninguna polémica con el Gobierno y recordó que la obligación de cualquier fuerza política responsable es contribuir a mejorar las relaciones entre pueblos. Tanto Zapatero como el primer ministro marroquí, Abderramán Yusufi, aseguraron que el viaje ha sido «muy positivo» para el Gobierno español, y tendrá «influencia» en la resolución del conflicto. El presidente del Gobierno, José María Aznar, ha encargado al titular de Exteriores que responda él a la llamada de Rodríguez Zapatero, según dijo anoche Josép Piqué quien, en tono jocoso, asegura que no es necesario que vuelva el embajador porque ya tiene uno, el dirigente socialista.

El viaje de Zapatero a Marruecos ha desencadeado una ofensiva por parte del Gobierno y del PP. Hasta cinco ministros criticaron ayer al secretario general socialista. El secretario general del PP, Javier Arenas, acusó a Zapatero de promover una «operación» contra el Gobierno por viajar a Marruecos sin el respaldo del Ejecutivo, algo que, su juicio, va a ser «difícil» de enmendar. Es más, advirtió al PSOE de que estos «errores tan grandes se acaban pagando muy caros a medio plazo».