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OTR/PRESS-SAN SEBASTIÀN La ilegalización de Segi por parte del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón surtió ayer su primer efecto. La policía, por orden del magistrado, detuvo a seis jóvenes en San Sebastián. Están acusados de pertenecer a los 'grupos Y' de apoyo a ETA y de cometer atentados de la 'kale borroka', así como de amenazar a concejales del Ayuntamiento donostiarra. Al menos cinco de los detenidos pertenecían a Segi. El ministro del Interior, Mariano Rajoy, explicó que entre los delitos que se les atribuyen figuran el acoso a concejales del Ayuntamiento donostiarra. Para lo que colocaban carteles con los nombres de los amenazadas rodeados por una diana, muñecos que simulaban manar sangre, y adhesivos o folletos con mensajes ofensivos.

Además, se les considera responsables de múltiples ataques de la 'kale borroka' contra bienes y locales de miembros de las Fuerzas de Seguridad, empresas, sedes oficiales, concesionarios de vehículos de fabricación francesa y transportes urbanos. Así como la quema de mobiliario urbano como cabinas, cajeros automáticos, etc. Los detenidos tienen entre 19 y 22 años. Se trata de Jon Markel Ormazabal Gaztañaga, Xabier Kamino Zurutuza y Roberto Maiza Rekondo (19 años), Aitzol Urazusta Etxeberria y Aitor Larrea Amilibia (de 21 años) y Xangarín Rekondo Serrano (de 22). Todos ellos participaban en actos de la 'kale borroka' desde hacía tres años.

Además, la policía acudió a la vivienda de un séptimo joven, Eneko Aguirresarobe Olagoi, pero éste no se encontraba en el domicilio, por lo que ha sido dictada orden de búsqueda y caputra sobre él. De los seis detenidos, cinco pertencen a 'Segi', la organización juvenil proetarra ilegalizada el martes por el juez Garzón, que la considera heredera de 'Haika'. En el transcurso de la operación se practicaron también siete registros en los domicilios de los jóvenes proetarras. Rajoy confirmó que los detenidos forman parte de un 'grupo Y', centrado en la violencia callejera y calificó la operación como muy importante. Rajoy aprovechó para arremeter contra la reacción del PNV a la ilegalización de Segi por Garzón. El ministro dijo que las críticas a la actuación de Garzón ponen en duda la voluntad contra ETA del PNV.