Bomberos y servicios sanitarios, en el lugar de la explosión.

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ETA ha respondido a la aprobación en el Consejo de Ministros del viernes de la modificación de la Ley de Partidos, haciendo estallar un coche bomba cargado con 30 kilos de explosivo en la localidad vizcaína de Getxo. Una llamada de aviso permitió a la Ertzaintza desplegar su dispositivo y evitar males mayores. Sólo hubo que atender en el lugar de este nuevo atentado a un hombre que sufrió un shock nervioso.

Una llamada en nombre de la banda terrorista ETA alertó a la DYA y al diario 'Gara' de que un coche bomba, un Ford Fiesta presumiblemente de color rojo, iba a explotar a las 14.05 horas en la calle Manuel Smith, en Getxo. La explosión se produjo diez minutos después de la hora anunciada, a las 14.15. Tras recibir el aviso, la Ertzaintza acordonó la zona, y pidió a los vecinos de la zona que se refugiaran en los garajes de sus viviendas. Esto posibilitó que no se produjeran heridos de consideración. Tan sólo hubo que atender a una persona afectada por un ataque de nervios.

Eso sí, la explosión provocó la rotura de los cristales de las viviendas cercanas y daños en las puertas de los garajes de las mismas como consecuencia de la onda expansiva. El Departamento de Interior del Gobierno vasco habilitó una oficina de atención para que los vecinos afectados pudieran denunciar los daños. ETA utilizó para esta acción entre 30 y 40 kilos de explosivo, según las primeras estimaciones de los artificieros de la Ertzaintza. El coche que utilizaron los terroristas fue robado en la localidad vizcaína de Lekeitio el pasado 11 de abril, y tenía una matrícula falsa pero que correspondía a otro turismo de la misma marca y color que el que hicieron saltar por los aires.