Felipe González y Rodríguez Zapatero, en la presentación del libro de Gonzalo López Alba.

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EFE/EUROPA PRESS-MADRID González aprovechó la presentación del libro «El relevo. Crónica del camino hacia el II Suresnes del PSOE», del periodista Gonzalo López Alba, para realizar unas polémicas declaraciones en un acto en el que también participó el secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero. El ex presidente del Gobierno, quien afirmó estar a disposición de Rodríguez Zapatero, relató que, aunque Bono «no se lo cree», en el 35 Congreso socialista su candidato era el presidente castellanomanchego, lo cual «quiere decir -apuntó- que he perdido todas las primarias que se han hecho en el partido».

No obstante, precisó González, «mi estado de ánimo me dice que se ha producido el relevo, que puede ser verdad que hay un segundo Suresnes, pero está todavía por demostrar que hay un nuevo proyecto con contenido de ideas». Rodríguez Zapatero contestó, en este sentido, que «no habrá proyecto político ganador en España, y creo que no habrá proyecto que consiga ver el renacimiento de la idea europea, si la democracia y el contenido de la ciudadanía, no como un conjunto de derechos sino como un proyecto político de ejercicio democrático, no es el hilo conductor que desarrolle y sea germen de nuestra tarea».

Apostó no sólo por un relevo, sino por «una transformación con acompañamiento histórico de lo que representa» el partido. Rodríguez Zapatero, quien afirmó que «es difícil pensar que yo era el delfín de González», manifestó que, a su juicio, «no puede ser considerado tan fácilmente un II Suresnes» este relevo, porque «las circunstancias históricas son radicalmente diferentes». González afirmó que él nunca intervino directamente en el proceso de elección de candidatos, aunque «nunca negué a nadie la posibilidad de verme». Sobre su decisión de abandonar la escena política, explicó que una de las «razones profundas es que no quería contribuir de nuevo a una polarización de la sociedad».

El comentario de González acerca de que Zapatero y su equipo «todavía deben demostrar que tienen un proyecto con contenidos e ideas» ha causado sorpresa y cierto malestar en la Ejecutiva Federal. Los distintos miembros de la dirección socialista consultados, quisieron restar importancia al comentario de González, alegando que el ex presidente es ahora «un militante más sin responsabilidades orgánicas».

No obstante, los actuales dirigentes no ocultaron su malestar y se sienten especialmente molestos por el hecho de que el ex presidente del Gobierno haya realizado esta reflexión justo en el momento en el que los distintos secretarios de área se están recorriendo España para explicar a los ciudadanos sus alternativas a los proyectos del Gobierno. «Tenemos más proyectos que los que tenía él cuando llegó al poder en 1982 y espero que al menos se los haya leído», llegó a comentar con ironía un miembro de la Ejecutiva Federal.