González aprovechó la presentación del libro «El relevo. Crónica
del camino hacia el II Suresnes del PSOE», del periodista Gonzalo
López Alba, para realizar unas polémicas declaraciones en un acto
en el que también participó el secretario general del PSOE, José
Luis Rodríguez Zapatero. El ex presidente del Gobierno, quien
afirmó estar a disposición de Rodríguez Zapatero, relató que,
aunque Bono «no se lo cree», en el 35 Congreso socialista su
candidato era el presidente castellanomanchego, lo cual «quiere
decir -apuntó- que he perdido todas las primarias que se han hecho
en el partido».
No obstante, precisó González, «mi estado de ánimo me dice que
se ha producido el relevo, que puede ser verdad que hay un segundo
Suresnes, pero está todavía por demostrar que hay un nuevo proyecto
con contenido de ideas». Rodríguez Zapatero contestó, en este
sentido, que «no habrá proyecto político ganador en España, y creo
que no habrá proyecto que consiga ver el renacimiento de la idea
europea, si la democracia y el contenido de la ciudadanía, no como
un conjunto de derechos sino como un proyecto político de ejercicio
democrático, no es el hilo conductor que desarrolle y sea germen de
nuestra tarea».
Apostó no sólo por un relevo, sino por «una transformación con
acompañamiento histórico de lo que representa» el partido.
Rodríguez Zapatero, quien afirmó que «es difícil pensar que yo era
el delfín de González», manifestó que, a su juicio, «no puede ser
considerado tan fácilmente un II Suresnes» este relevo, porque «las
circunstancias históricas son radicalmente diferentes». González
afirmó que él nunca intervino directamente en el proceso de
elección de candidatos, aunque «nunca negué a nadie la posibilidad
de verme». Sobre su decisión de abandonar la escena política,
explicó que una de las «razones profundas es que no quería
contribuir de nuevo a una polarización de la sociedad».
El comentario de González acerca de que Zapatero y su equipo
«todavía deben demostrar que tienen un proyecto con contenidos e
ideas» ha causado sorpresa y cierto malestar en la Ejecutiva
Federal. Los distintos miembros de la dirección socialista
consultados, quisieron restar importancia al comentario de
González, alegando que el ex presidente es ahora «un militante más
sin responsabilidades orgánicas».
No obstante, los actuales dirigentes no ocultaron su malestar y
se sienten especialmente molestos por el hecho de que el ex
presidente del Gobierno haya realizado esta reflexión justo en el
momento en el que los distintos secretarios de área se están
recorriendo España para explicar a los ciudadanos sus alternativas
a los proyectos del Gobierno. «Tenemos más proyectos que los que
tenía él cuando llegó al poder en 1982 y espero que al menos se los
haya leído», llegó a comentar con ironía un miembro de la Ejecutiva
Federal.
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