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Colombia fue el único que cantó victoria el viernes en la cumbre de líderes latinoamericanos, caribeños y europeos que se realizó en Madrid, al conseguir una condena a los grupos subversivos de su país, mientras el resto de países americanos se fueron con las manos vacías. El mayor golpe fue la negativa de la UE de incluir en el documento final un compromiso de no imponer restricciones al flujo migratorio, en momentos en que miles de latinoamericanos huyen de las crisis políticas y económicas en sus naciones. Otra derrotada fue la convulsionada Argentina, cuya agonía económica no inspiró la solidaridad europea.

Los líderes americanos llegaron a Madrid con un rosario de peticiones, pero se toparon con una Europa que está girando hacia la derecha, y con sus propias debilidades, ya que varios mandatarios están a punto de finalizar su gestión. El presidente colombiano, Andrés Pastrana, logró su pretensión de que la UE aseste un duro golpe a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al aceptar España presentar un proyecto el 23 de mayo en una reunión del Consejo Europeo para que el grupo guerrillero sea incluído en la lista de organizaciones terroristas.

Como líder de la UE, José María Aznar fue directo al grano al referirse a Argentina, al exigirle que aplique las medidas económicas que hagan falta para cerrar un acuerdo financiero con el FMI, del que depende «gran parte» del futuro del convulsionado país. Tampoco volvió a tener eco la antigua reclamación para que la UE revise su política de subsidios a la agricultura, que perjudica a la región, y especialmente a las exportaciones de Argentina y Brasil. El presidente brasileño, Fernando Henrique Cardoso, cargó contra la UE al afirmar que «los países en desarrollo encuentran barreras insalvables para su comercio más competitivo».

Los cancilleres latinoamericanos intentaron en vano convencer a sus homólogos de la UE de que el documento final de la cumbre incluyera un párrafo con un compromiso expreso a no imponer medidas que restrinjan el flujo migratorio a Europa. Una fuente diplomática argentina que pidió el anonimato dijo que no sólo no se logró una negativa explícita a la política anti-inmigratoria, sino que algunos países, entre ellos Gran Bretaña, Holanda, Alemania y Austria, sugirieron que desean imponer restricciones.

Berlusconi apoya a Aznar como líder permanente de la UE
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, manifestó ayer que si el presidente del Gobierno, José María Aznar, se presentase como candidato a la Presidencia de la Unión Europea (UE), «yo le apoyaría sin ambages» y «sería uno de sus más fervientes defensores». Berlusconi puntualizó que en las reuniones bilaterales que ha mantenido con otros líderes europeos, en concreto con su colega británico, Tony Blair, «no se ha conversado sobre el proyecto de reforma del Consejo Europeo».