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El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Juan Carlos Aparicio, anunció ayer que el Gobierno reformará la Ley de Huelga para determinar los servicios esenciales si los agentes sociales no toman la iniciativa. Aparicio aseguró, en referencia a estos servicios mínimos, que la opinión pública sabrá entender la necesidad de esta reforma dentro de unos días y añadió que el éxito de una huelga no se mide por el número de personas a las que se impide acudir a trabajar.

El titular de Trabajo recordó que en el real decreto preconstitucional del año 1977, que regula el derecho de huelga, no se aborda una parte muy importante como los derechos esenciales, por lo que es necesario que dicho decreto adquiera rango de ley. «Sería deseable que fuesen los agentes sociales quienes tomaran la iniciativa, y hace pocas semanas parecían dispuestos. Pero si sigue pasando el tiempo, será una cuestión a abordar, especialmente si se viven situaciones en las que no se concilian todos los derechos que deben ser conciliados en situaciones de este tipo», añadió.

Para Aparicio, la huelga general de 20-J es «difícil de entender», sobre todo por el crédito adquirido por el Gobierno en los últimos años, en los que se ha creado empleo y se ha disminuido el paro. El titular de Trabajo también criticó la actitud del PSOE de apoyo a la huelga, pues, según dijo, en huelgas anteriores, como la de 1988, su formación no hizo ningún llamamiento ni campañas en paralelo «para promover el clima de conflicto».

Aparicio cree que esta situación de conflicto no va a introducir riesgos para el Gobierno, sino para la recuperación económica, y dejó claro que el éxito de una huelga «no se mide por el número de personas a las que se imposibilita acudir a su trabajo». «Sólo será éxito en cuanto a la capacidad de generar conflicto», añadió el ministro, quien también se refirió a los servicios mínimos, afirmando que confía en que se puedan ejercer no sólo el derecho de huelga, sino también al trabajo, a la libre circulación de desplazamiento, a la sanidad y a la educación.

Para el titular de Trabajo, la reforma del sistema de protección por desempleo era necesaria para «reflexionar» sobre la eficacia de nuestro sistema de protección, y mejorar la situación de los que tienen mayor necesidad y dar protección a quienes no la tenían.