El Pleno del Tribunal Constitucional desestimó ayer los recursos de
amparo presentados por los condenados por el secuestro y asesinato
de José Antonio Lasa y José Ignacio Zabala, cometidos en 1983,
confirmando la sentencia condenatoria de la Audiencia Nacional.
Según aquella, el ex general de la Guardia Civil Enrique Rodríguez
Galindo y el ex gobernador civil de Guipúzcoa, Julen Elgorriaga,
fueron condenados a 75 años de prisión, ya que se consideró probado
que ambos decidieron emprender la operación contra Lasa y Zabala.
La votación en el Constitucional fue de siete votos contra
cinco. Por esta exigua diferencia se desestimaron los recursos de
los condenados por el 'caso Lasa-Zabala'. El Supremo había
condenado a Galindo y Elgorriaga a 75 años de prisión; a 73 años al
ex guardia civil Angel Vaquero; y a 71 años y 8 meses a su
compañeros Felipe Bayo y Enrique Dorado. Lo que se conoció ayer es
un adelanto del fallo que se ha comunicado a las partes. En los
próximos días se hará público el texto completo y los votos
particulares. Según fuentes del Tribunal, el Pleno ha entendido que
las sentencias condenatorias del Supremo y la Audiencia Nacional no
han vulnerado los derechos fundamentales de los condenados a la
presunción de inocencia ni a un proceso con todas las garantías, ni
tampoco a ser juzgados por un juez imparcial.
Antes de la votación definitiva, el Pleno del Constitucional
rechazó los recursos de súplica planteados por las defensas contera
el rechazo a la recusación del vicepresidente del tribunal, Tomás
Vives, que se basaban en la supuesta amistad que mantiene con el
magistrado instructor de la causa, Javier Gómez de Liaño. Los cinco
condenados tienen solicitado al Gobierno el indulto, lo que no
impide que puedan recurrir el caso al Tribunal Europeo de Derechos
Humanos. La sentencia original de la Audiencia Nacional que data
del 26 de abril de 2000, consideró probado que los cinco condenados
decidieron dar muerte a Lasa y Zabala y hacer desaparecer sus
cuerpos enterrándolos en cal viva, tras su secuestro en Francia y
su interrogatorio en el Palacio de la Cumbre de San Sebastián.
Según dicha sentencia, Rodríguez Galindo encargó a personas
todavía desconocidas la detención en Francia y traslado a la
capital guipuzcoana de Lasa y Zabala, presuntos etarras. El
secuestro se produjo el 16 de octubre de 1983 y su custodia corrió
a cargo de Vaquero, Bayo y Dorado, siguiendo órdenes del general.
Los dos últimos realizaron los interrogatorios a Lasa y Zabala que
recibieron las frecuentes visitas de Vaquero, Rodríguez Galindo y
Elorriaga. Tras interrogarles, Dorado, Bayo y otras personas
trasladaron a Lasa y Zabala al término municipal de Busto, en
Alicante, donde dispararon en una ocasión al primero y en dos al
segundo. A continuación arrojaron los cuerpos a una fosa, para
después cubrirlos con tierra y más de 50 kilos de cal viva. La fosa
fue localizada el 20 de enero de 1985.
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