El indicador de la Bolsa española IBEX-35 ha acumulado en los siete
primeros meses del año un descenso del 25'58%, el mayor retroceso
desde que se puso en marcha este índice, a finales de los años 80,
coincidiendo con la creación del mercado continuo. Los motivos de
la caída del mercado han sido la pérdida de confianza de los
inversores por los continuos escándalos contables en EE UU, la
crisis de Argentina y el posible contagio a los países del entorno,
los problemas de las empresas de telecomunicaciones y la reducción
de los beneficios empresariales por la debilidad de la economía
mundial.
La situación de la Bolsa ha cambiado mucho desde los niveles de
principios de año, cuando el índice selectivo Ibex-35 se situaba
por encima de los 8.300 puntos, lejos de los 6.249'30 con los que
ha cerrado el mes de julio tras caer ayer un 1'15%, nivel similar
al que registraba hace cinco años. Por su parte, el índice general
de la Bolsa de Madrid ha retrocedido desde los 824'40 puntos de
principios de año hasta los 651'55 puntos, lo que supone un
descenso del 20'49 por ciento.
Sólo en el mes de julio, en el que la volatilidad ha hecho que
las Bolsas combinen mínimos anuales con fuertes subidas, el Ibex-35
ha retrocedido un 9'6 por ciento y el índice general de la Bolsa de
Madrid un 10'92%. El comportamiento de las Bolsas europeas ha sido
peor en el caso de París y de Fráncfort, que ceden un 26'15 y cerca
de un 27 por ciento, respectivamente, en tanto que Londres y Milán
muestran resultados más favorables, ya que su caída es ligeramente
superior al 18 por ciento. Los mercados se han visto arrastrados en
las últimas semanas por la desconfianza de los inversores, que
responde a una serie de circunstancias negativas más que al temor a
que la recuperación económica anunciada por los Gobiernos no sea
real, según los expertos consultados.
Entre los motivos reales, figura la crisis argentina y la
pérdida de valor de su moneda, el peso, lo que ha generado una
reducción del el valor de los activos y las participaciones que
tienen las empresas españolas en este país. Como consecuencia, las
cuentas de los grandes bancos, SCH y BBVA, reflejaban rebajas de
beneficios de un 13 y un 9 por ciento respectivamente en el primer
semestre del año, mientras que el grupo Telefónica acumulaba unas
pérdidas de 5.500 millones de euros en este periodo al tener que
provisionar sus inversiones en telefonía móvil de tercera
generación.
Otro foco de incertidumbre y desconfianza proviene de Brasil,
cuya moneda, el real, empieza a sentir los efectos de una futura
crisis económica, con continuas depreciaciones "acumula un 30 por
ciento desde el comienzo de año", así como en Uruguay, donde el
banco central ha dictado medidas para evitar la fuga de fondos.
La caída de las Bolsas se agravó cuando se extendió a otras
empresas, como WorldCom o Vivendi, la falsedad contable descubierta
en los resultados de Enron, lo que provocó la desconfianza y el
temor de los inversores. En España, 26 de las treinta y cinco
mayores empresas del mercado han concluido los siete primeros meses
del año con pérdidas, en tanto que sólo nueve han acabado con
ganancias. Sogecable lidera las caídas al acumular un descenso del
48'23%; Telefónica baja un 40'12%; Terra, un 33'8%, y Endesa, un
35'34%, mientras que el SCH pierde un 33'26; el BBVA un 30'58 y
Repsol-YPF un 24'24 por ciento.
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