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OTR PRESS-BILBAO El portavoz del PNV en el Congreso, Iñaki Anasagasti, aseguró ayer que el acuerdo alcanzado por PP y PSOE para ilegalizar Batasuna es «excluyente» y no es un planteamiento para «abordar la solución de un problema, sino fundamentalmente para excluir al nacionalismo en su conjunto». Por ello, señaló ayer que los diputados del PNV acudirán a las reuniones previstas este mes en el Congreso para debatir la posible ilegalización de Batasuna, aunque sea para «perder votaciones». A su juicio, a la plataforma radical abertzale «la tiene que ilegalizar el pueblo vasco con sus votos», y criticó que PP y PSOE hayan «cocinado» la estrategia sin contar con el resto de partidos.

El anuncio del PNV de que votará contra la ilegalización de Batasuna en el Congreso en el pleno extraordinario provocó ayer las críticas del PP vasco y del PSE, que llegaron a extremos de gran dureza. Así, el presidente del PP en el País Vasco, Carlos Iturgaiz, tachó al PNV de «esbirro de ETA-Batasuna». Por su parte, el portavoz del PSE, Rodolfo Ares le acusó de actuar como «abogado defensor» del partido de Arnaldo Otegi. Iturgaiz cree que el partido nacionalista «se ha dedicado siempre a hacer de abogado defensor y a encubrir al mundo de Batasuna y ETA, y la demostración más palpable es que no quiere que se ilegalice a Batasuna». «Su voto en contra demuestra que es un esbirro de HB y de ETA y que el proyecto político de todo el nacionalismo es compartido por todos ellos para ir a por la independencia, a cargarse el marco jurídico-político con la apuesta por la ruptura», afirmó.

Para el dirigente popular, es una hipocresía y un cinismo que el PNV diga que se les ha excluído de las conversaciones para convocar el pleno extraordinario del Congreso, ya que «quien se ha autoexcluído ha sido el propio Gobierno vasco, cuyo lehendakari no ha querido todavía entrevistarse con el ministro de Administraciones Públicas, Javier Arenas». Según él, la formación presidida por Xabier Arzalluz «no quiere la derrota ni policial, ni judicial, ni social de la organización terrorista ETA y eso lo demuestra su voto en contra para ilegalizar Batasuna». Iturgaiz está seguro de que «no va a cambiar nada ni va a pasar absolutamente nada» en Euskadi cuando se produzca la ilegalización de la plataforma.

El portavoz del PSE también fue muy duro a la hora de juzgar la decisión peneuvista, abundando en la idea de que los dirigentes del PNV actúan «como abogados defensores de Batasuna» una vez más y les instó a sus dirigentes a que expliquen sus propuestas para evitar que la formación abertzale «campe a sus anchas, amparando el terrorismo». A su juicio, PNV y EA «por encima de la unidad de los demócratas» están buscando «la unidad de los nacionalistas». «Hasta ahora lo único que sabemos es que propone el diálogo y la negociación con Batasuna y parece que, en algún caso, incluso con ETA», señaló.

El secretario general del PSE, Javier Rojo, señaló que con la ilegalización de Batasuna la situación en Euskadi será la misma, pero «con un poquito más de dignidad y de decencia», porque no se puede dar legitimidad democrática a un partido que se sustenta sobre la sangre de los inocentes y en el chantaje y apoya el terrorismo.