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EFE-GAVÀ El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció ayer que si su partido gana las próximas elecciones generales se abrirá en España «una nueva etapa» en las relaciones entre el Gobierno y el ejecutivo vasco.

El líder socialista respondió de esta forma a las declaraciones efectuadas el sábado por el presidente del Gobierno, José María Aznar, en las que acusaba a Zapatero de falta de criterio en el conflicto vasco, y manifestó que Aznar «sabe cual es el criterio del PSOE: haber dado una lección de compromiso, de ayuda y de colaboración». «Vamos a apoyar toda la política del Gobierno si ésta se hace desde el diálogo», señaló Rodríguez Zapatero, quien añadió que a partir de las próximas elecciones empezará «una nueva etapa».

Zapatero, que recordó que la lucha contra ETA «será mucho más larga que la permanencia de Aznar en el poder», afirmó que «mi determinación es firme», en cuanto a la necesidad de dar un giro a las relaciones del gobierno del Estado con el del País Vasco.

A preguntas de los periodistas sobre el alcance de esta nueva etapa, aseguró que «cada cosa en su momento» y añadió que lo importante ahora es garantizar la seguridad de los concejales en el País Vasco y que el Gobierno y el ejecutivo vasco recompongan sus relaciones a través del diálogo para reducir la violencia.

Zapatero, que participó por tercer año consecutivo en la fiesta de la rosa de Gavá organizada por los socialistas catalanes, defendió un nuevo modelo de relaciones entre Cataluña y el resto de España basado en una relación de confianza con el objetivo de que los gobiernos central y autonómico «se sientan recíprocamente orgullosos».

El coordinador de comunicación del PP, Rafael Hernando, acusó a Zapatero, de pensar sólo «en su futuro» y en «captar los votos de Arzalluz una nueva etapa de relaciones si es que llega a La Moncloa». Para el dirigente del PP es al Ejecutivo de Vitoria al que Zapatero debe exigir «un giro» para que cumpla con la legalidad .