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La banda terrorista ETA ha vuelto a sufrir una baja entre sus miembros y no precisamente porque las fuerzas de seguridad hayan procedido a la detención de alguno de ellos, sino porque anoche, un etarra que, al parecer, se encontraba realizando un cursillo de adiestramiento en armas y explosivos en Francia, sufrió graves heridas y lesiones mientras manipulaba un detonador que estalló. El presunto miembro de ETA, que está hospitalizado en régimen de detención en un centro sanitario de la ciudad francesa de Limoges, responde a la identidad de Urtzi Murueta Gondra, presunto activista relacionado con el atentado que mató al juez José María Lidón.

Los hechos ocurrían la noche del martes. Tras producirse la explosión, Murueta fue trasladado por una persona no identificada a un centro sanitario de la localidad gala de Sainte Leonard de Noblat. Desde allí, una ambulancia lo condujo al citado hospital de Limoges donde le intervinieron en una mano y una pierna. A su llegada, el presunto etarra llevaba una pistola de calibre 9 milímetros y documentación falsa.

Ahora, la policía está buscando a quien llevó a Murueta al hospital, que parece ser otro activista de la banda. Mientras, el Gobierno se congratula por la detención en Francia del etarra y califica la situación de «buena noticia» aunque pide prudencia hasta que se obtenga más información sobre lo ocurrido. Murueta fue acusado en España por el presunto colaborador de ETA, Orkatz Gallastegi, enviado a prisión el 28 de octubre de 2002, de recibir información sobre el juez José María Lidón, asesinado por la banda el 7 de noviembre de 2001 en Bilbao. Junto a Murueta, también habría sido receptor de la información Ibai Aginaga.