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«No queremos parecer alarmistas, pero la realidad es la que es». El gerente de Caeb en Menorca, Gabriel Pons Moles, perfiló ayer un panorama nada optimista de la situación de la economía menorquina que, por vez primera desde 1996, experimenta un crecimiento negativo.

«Se ha cerrado un ciclo y las previsiones para 2003 no son halagüeñas», afirmó, aunque se negó «por prudencia» a cuantificar el decrecimiento futuro de la economía isleña. «No queremos que se nos acuse de frivolizar», apuntó. Aunque esa misma fue la acusación que recibió ayer la patronal por parte del portavoz del Govern, Antoni Garcías, quien cifra el incremento del Producto Interior Bruto (PIB) en Balears entre el 0'8 y el 1'2%. «Caeb daña a nuestra economía al crear un alarmismo incierto», manifestó.

La lectura de la Confederació d'Associacions Empresarials de Balears es bien diversa. En sucesivos informes de coyuntura, «el Govern ha ido ajustando sus previsiones hasta coincidir con nuestros datos. La impresión es que van a remolque de las informaciones que estamos facilitando», replicó Pons Moles.

El gerente de Caeb contradijo también la encuesta anual sobre gasto turístico elaborada por la Universitat de les Illes Balears y manifestó su convicción de que «el sector hotelero es quien ha padecido el mayor descenso. Ha bajado la ocupación, lo que ha empujado a los hoteleros a seguir una política de ofertas para intentar atraer turistas. Resulta evidente que han venido menos visitantes y que estos han pagado menos dinero».

Los propios datos de la Caeb corroboran esta impresión, ya que todos los indicadores turísticos de Menorca han variado en sentido negativo. El sector servicios ha reducido su actividad en un 0'7%, las pernoctaciones han descendido un 5% (lo que equivale a 650.000 estancias) y los ingresos han bajado un 4'7%. En total, se han perdido 37'3 millones de euros.