El Gobierno aseguró ayer que la actuación de las Fuerzas de
Seguridad del Estado en las manifestaciones de protesta por la
guerra de Irak desde el inicio de los ataques estadounidenses ha
sido «proporcionada» ante la «provocación clarísima» de grupos
violentos y organizados.
En una conferencia de prensa tras la reunión del gabinete de
crisis en el Palacio de la Moncloa, el vicepresidente primero del
Gobierno, Mariano Rajoy, y el ministro del Interior, Angel Acebes,
subrayaron la «ilegalidad» de estas manifestaciones, para las que
«ni siquiera se pidió autorización».
«Estas minorías violentas lo que no pueden hacer es en nombre de
la paz y de la tolerancia cortar calles y carreteras de manera
ilegal, apedrear más de cincuenta sedes de partidos e
instituciones, quemar contenedores, impedir el tráfico, insultar,
amenazar e incluso agredir físicamente a las Fuerzas y Cuerpos de
Seguridad», señaló Acebes.
Por su parte, Rajoy hizo una «llamada a la sensatez y el sentido
común» y a realizar un «juicio equilibrado» y apeló a la
responsabilidad del PSOE y de IU para que condenen estas
actuaciones y apoyen a la Policía en lugar de denunciar su
actuación.
El PSOE, por su parte, acusa al Gobierno de responder «de forma
ofensiva e irresponsable ante las movilizaciones ciudadanas
pacíficas» contra la guerra en Irak y de querer responsabilizar a
la oposición, y a los socialistas «en particular» de «los actos
minoritarios» que este partido rechaza. «Mienten y lo saben»,
resalta el PSOE en la propuesta de resolución que la Ejecutiva de
José Luis Rodríguez Zapatero llevará hoy al Comité Federal, máximo
órgano entre congresos.
El secretario general del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero,
acusó al Gobierno de utilizar la «insidia y la mentira» al
relacionar a los partidos de la oposición con incidentes violentos
que puedan producirse en manifestaciones contra la guerra, y le
exigió «un ejercicio de responsabilidad y calma».
En conferencia de prensa tras reunirse el comité de crisis
creado por el PSOE ante el ataque a Irak, Zapatero volvió a instar
al presidente del Ejecutivo, José María Aznar, a comparecer de
inmediato en el Congreso y pidió también la comparecencia del
ministro de Interior, Angel Acebes, para explicar la actuación
policial en la manifestación celebrada ayer en Madrid.
El coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, afirmó por su
parte que el Gobierno de José María Aznar «intenta ahora
criminalizar al movimiento pacifista», lo que, dijo, «es algo que
se veía venir, ahora que el PP ha perdido la calle».
Llamazares criticó que se acuse al movimiento pacifista de «una
agresividad que no tiene» y matizó que «la única agresividad que yo
conozco viene del otro lado, del Gobierno».
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