Cascos saluda a su homólogo portugués, Francisco Valente, en la reunión de la UE.

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La Comisión Europea ha admitido a trámite la queja presentada por la organización ecologista contra el Gobierno español por el alejamiento del petrolero Prestige de las costas gallegas el pasado 13 de noviembre. Greenpeace presentó el escrito de denuncia el pasado 11 de febrero por el incumplimiento por parte del Gobierno de las directivas europeas sobre tratamiento de residuos potencilamente contaminantes.

Por otra parte, El Consejo de Ministros de Transporte de la UE aprobó ayer unánimemente el reglamento que prohibe el transporte de fuel pesado en petroleros monocasco y una agilización de los plazos para retirar definitivamente este tipo de embarcaciones. La norma, aún pendiente del visto bueno del Parlamento Europeo, afecta a buques con pabellón de algún país de la Unión o que visiten puertos europeos. Por otro lado, el ministerio de Fomento ha propuesto a la OMI, que se impida el acceso a refugios a los buques que incumplan las medidas mínimas de seguridad.

«El Gobierno español incumplió las directivas europeas en su gestión de la crisis del Prestige, como Greenpeace denuncia en su queja. Sabemos que hay fuertes presiones desde el departamento que dirge Loyola de Palacio para evitar que nuestra queja siga su marcha. Sin embargo, esperemos que las presiones no impidan el tratamiento de la queja ajustado a derecho», declaró en un comunicado Juán López de Uralde, director de Greenpeace.