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La Ertzaintza investiga el sabotaje del coche de uno de los curas que integran las listas del PSE, Pablo Villaroel, y las pintadas amenazantes que han aparecido en el vehículo, como «muerte al clero» o «hijo de puta del PSE», o en la iglesia de Trucíos (Vizcaya). PSE, PNV y EA condenaron ayer estos ataques.

PSE, PNV y EA condenaron las amenazas contra el sacerdote de Trucíos. Para los socialistas, los ataques reflejan la falta de libertad que, dicen, existe en Euskadi a la hora de solidarizarse con los amenazados. El secretario general del PSE-EE, Patxi López, reveló ayer que algunos de los independientes que han ofrecido su apoyo para integrar las listas de este grupo en las próximas elecciones municipales y forales habían recibido amenazas. El portavoz del partido en el Ayuntamiento de Bilbao, Dimas Sañudo, denunció que los violentos intentan amedrentar una vez más a la sociedad vasca.

El sacerdote, que ejerce en Villaverde de Trucíos, denunció los hechos ayer por la tarde. Villaroel relató que al levantarse por la mañana, observó que las ruedas de su vehículo estaban pinchadas y que habían escrito en él frases amenazantes e insultantes. El sacerdote señaló que el ataque puede ser un hecho aislado de jóvenes del pueblo «que simplemente bromean y hacen cosas de estas».

El sacerdote aseguró que mantendrá su decisión de integrar la lista socialista por Leioa y explicó que se ha reunido con feligreses y representantes de la corporación municipal con los que ha comentado que posiblemente el hecho no trascienda más.