David y Javier, hermanos del cámara José Couso, a las puertas del Tribunal Supremo.

TW
0

El presidente del Gobierno, José María Aznar, se mostró ayer convencido de que «habrá vida después de la crisis de Irak» y será una vida «mejor», a pesar de que «algunos extremistas, algunos radicales, preferirían que en Irak el conflicto siguiese, que hubiese un gran conflicto». Además cree que «los que consideran que una alianza con Estados Unidos debe quedar en un segundo plano son miopes».

El presidente del Gobierno mantuvo una conversación telefónica esta mañana con el primer ministro británico, Tony Blair, sobre cómo se están desarrollando las cosas en Irak; dos días después de la mantenida con Bush sobre la misma cuestión.

Durante su discurso de clausura de un seminario del PP sobre el futuro de Europa y la Constitución europea, el presidente se congratuló de que «los radicales y extremistas, para bien de todos, no han tenido razón». «Estoy convencido de que la vida sigue después de la crisis de Irak, estoy absolutamente convencido», afirmó.

Aznar criticó a las fuerzas de la oposición que abogan por dejar en segundo plano la relación con Estados Unidos. «Sólo una minoría muy miope, que es posible que exista y en España existe y además lo ha dicho, puede decir que la solidaridad atlántica es ahora la última de las prioridades para un dirigente europeo», afirmó.

El jefe del Ejecutivo manifestó que después de dos crisis en Irak, existen en la sociedad civil «retos y preocupaciones que tenemos que abordar y que exigen profundizar en el espacio europeo de libertad, seguridad y justicia».