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El arresto de García Montero, compañera del presunto jefe militar de ETA Ibón Fernández de Iradi, «Susper», quien se fugó en diciembre pasado de la comisaria de la localidad vascofrancesa de Bayona, y de otros tres presuntos etarras se produjo a última hora de la tarde del viernes en Saintes (oeste de Francia), donde ayer continuaba la investigación. garcía Montero, Assier Aranguren Urroz, Aitor García Justo y el francés Thierry Iriart estaban cargando sus pertenencias en dos coches, «presumiblemente robados», cuando fueron arrestados por agentes de la lucha antiterrorista francesa.

Los cuatro, que han reivindicado su pertenencia a ETA y se niegan a declarar, pueden permanecer en manos de la DNAT un máximo de 96 horas hasta pasar a disposición judicial.

La evidencia de que se disponían a desalojar el apartamento que ocupaban en Saintes, localidad situada a unos 50 kilómetros de La Rochelle llevó a los agentes, que les vigilaban «desde hace tiempo», a acelerar la operación de arresto, que se produjo sin incidentes.

García Montero, Aranguren Urroz y Aitor García Justo, que estaban armados con pistolas semiautomáticas y tenían documentos de identidad falsos, e Iriart han quedado bajo custodia de la División Nacional Antiterrorista francesa.

El apartamento que ocupaban en Saintes ha sido sometido a un minucioso registro policial, durante el que se ha incautado abundante documentación de ETA, en papel y en soporte informático, que está siendo analizada.

El contenido de esa documentación y la supuesta relación entre García Montero y Fernández de Iradi podría facilitar a los expertos en la lucha antiterrorista algún dato sobre el paradero de «Susper» o sobre otros integrantes del aparato directivo de la banda.

Entre esos supuestos dirigentes de ETA se cita también a Felix Alberto López de la Calle Gauna, «Mobutu», quien se fugó en noviembre de 2000 de un hotel de la Creuse donde estaba bajo residencia vigilada, a María Mercedes Chivite Berango, «Sara» y a María Gracia Morcillo Torres, «Kistel». El ministro del Interior, Angel Acebes, calificó de «muy importante» esta operación policial llevada a cabo en el marco de la cooperación franco-española en materia antiterrorista, pues los detenidos figuraban en «el núcleo esencial del aparato operativo» de ETA.

García Montero, «Laia», que fue dada erróneamente por detenida en diciembre pasado junto a «Susper», cuenta con un amplío historial delictivo en España.

«Laia» está procesada en España por su presunta integración en el «comando Buruntza» de ETA, que perpetró una veintena de atentados, en los que siete personas fueron asesinadas, entre julio de 2000 hasta agosto de 2001, cuando fue parcialmente desarticulado.

Se la señala como autora material del asesinato de la ertzaina Ana Isabel Arostegi, quien fue matada a tiros por la espalda junto a su colega Javier Mijangos, cuando regulaba el tráfico en Beasain.

García Montero participó también en la colocación del coche-bomba que acabó con la vida del empresario José María Korta y robó el vehículo en el que huyeron los asesinos del director financiero de «El Diario Vasco» Santiago Olega. "Laia» está procesada por haber suministrado información a los asesinos del mando de la Ertzaintza Mikel Uribe, al tiempo que se la relaciona también con un atentado frustrado contra dirigentes del PP en un cementerio de Zarautz. se la implica además en el envío de paquetes bomba al decano del colegio de abogados de Guipúzcoa, José María Muguruza, y al periodista Gorka Landaburu.

Aranguren Urroz era buscado por su presunta relación con el «comando Urbasa», desarticulado en marzo de 2002, y al que se le atribuye el asesinato del concejal de UPN José Javier Múgica.

Aitor García Justo, hermano de otro etarra, Assier, es un dirigente del sub-aparato de información de la banda y se había dado a la fuga poco antes de que comenzase en noviembre pasado un juicio contra él y otros por un ataque a la sede del PSOE en San Sebastián y a cajeros automáticos.