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OTR/EFE
La banda terrorista ETA sufrió un duro golpe este fin de semana en Francia con el arresto de seis presuntos activistas, entre ellos una supuesta dirigente militar, Ainhoa García Montero, y la incautación de abundante documentación.

La policía francesa, en colaboración con la española, detuvo ayer en Burdeos (suroeste) a Abelardo Castillo Alarcón e Idoia Garmendia Imaz, apenas 24 horas después de haber arrestado a un centenar de kilómetros de distancia, en Saintes, a García Montero, Asier Aranguren Urroz, Aitor García Justo y el francés Thierry Idiart.

Tras calificar de «magnífico» el trabajo de la policía francesa, el ministro español de Interior, Angel Acebes, dijo ayer en Madrid que estas detenciones ponen de relieve la «reestructuración de ETA», que se nutre de nuevos miembros salidos de la «kale borroka».

Acebes calificó de momento histórico el que actualmente se vive en la lucha antiterrorista. Precisamente por el retroceso que, dice Acebes, vive ETA, advirtió de próximas trampas y maniobras de la banda y de «la disposición de algunos» a participar en estas estrategias y se mostró convencido de que la banda va a hacerse presente próximamente. En este sentido, citó la posibilidad de atentados y de «estrategias que lleven a tender trampas al Estado de Derecho y a la acción de la legalidad».

Advirtió por ello que nadie debe cooperar ni colaborar en esta estrategia, aunque, dijo, siempre habrá algunos que se presten a ello. «Nadie debe colaborar ni debe caer en estas trampas. Harán invitaciones para frenar la acción del Estado de Derecho, que avanza contra el terrorismo y le reduce cada día», añadió.