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La organización ecologista Greenpeace denunció ayer que, seis meses después de la catástrofe del 'Prestige', la situación en las costas afectadas no es de normalidad como quiere hacer ver el Gobierno y sigue habiendo muchas carencias graves y siendo necesaria la labor de los voluntarios. Coincidiendo con la fatídica efemérides, el PSOE presentó en el Congreso 160 preguntas al Gobierno sobre la catástrofe y lanzó diez propuestas para evitar que vuelva a suceder algo semejante.

El director de Greenpeace España, Juantxo López de Uralde, denunció que «seis meses después y a pesar de los intentos del Gobierno por decir que hay normalidad, la mitad del fuel sigue en el fondo del mar, sigue llegando nuevo fuel a la costa gallega y francesa y no se han asumido responsabilidades políticas». «Estamos muy lejos de la situación de normalidad».

En el informe 'El Prestige. Seis meses después', presentado ayer en Madrid, Greenpeace critica que todavía no se ha aprobado un régimen de responsabilidad civil ambiental, que no se hayan prohibido banderas de conveniencia, que quedan 35.000 toneladas de fuel en el fondo como una amenaza real para las costas y que los responsables políticos no asuman su responsabilidad. López de Uralde afirmó que «es indignante que nadie asuma responsabilidades, porque lo que se hizo con el 'Prestige' es lo peor que se podía hacer». Además, después de medio año siguen sin conocerse los impactos ambientales, económicos, sociales y sobre la salud que ha tenido el vertido.