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El Euro superó ayer durante un breve espacio de tiempo los 1,16 dólares en el mercado de divisas de Londres, situándose en un nivel que no alcanzaba desde enero de 1999.

Esta inquietud la expresaron los gobernadores de los países del G-10 reunidos en el Banco de Pagos Internacionales de Basilea, en su reunión bimestral.

Al cierre de Madrid, la moneda europea se cambiaba a 1,1597 dólares. La apreciación del euro, más que al vigor de la economía europea se debe a que los mercados dudan del compromiso de la Administración Bush con un dólar fuerte, a pesar de las declaraciones del presidente.

Así lo han manifestado los gobernadores de los bancos centrales del G-10, que también advirtieron que las incertidumbres de la guerra sólo han desaparecido parcialmente.

La debilidad del dólar no sólo ha causado el alza del euro, que llegó en Londres a 1,1626 dólares, su máximo nivel respecto al 'billete verde' en mas de cuatro años (cuando se lanzó la moneda única llegó a 1,1665 dólares), sino también del oro, que alcanzó en el mercado de metales preciosos de Londres los 350,35 dólares, muy cerca de los 353,15 del pasado 11 de marzo.

Para los próximos meses, los analistas prevén que se mantendrá una cotización alta del oro, a causa de las inquietudes sobre la economía norteamericana.

Su portavoz, el británico Eddie George, afirmó que el panorama «no es demasiado optimista», explicando que las incertidumbres relacionadas con la guerra de Irak «no están totalmente descartadas, pero han desaparecido en parte».

Sobre el alza del euro, George dijo que más que una situación de fortaleza extraordinaria de la moneda única, se trata de la recuperación tras una situación de debilidad. Además, se refirió a las dudas de los mercados sobre que el presidente estadounidense, George W. Bush, vaya a apostar realmente por un dólar fuerte. La semana pasada el presidente de la Fed habló de los riesgos de deflación en Estados Unidos, mientras ni la propia Reserva Federal, ni el BCE han bajado tipos.

El Banco de Pagos Internacionales prevé que el Producto Interior Bruto de la zona euro aumente un 1 por ciento o ligeramente menos en 2003, según señaló el gobernador del Banco de Inglaterra. Para Estados Unidos pronostica un crecimiento de al menos el 3 por ciento, mientras estima que la economía de los doce países de la zona euro crecerá en 2004 en una horquilla comprendida entre el 2 y el 2,5 por ciento.

Para Japón, menos expuesto a la guerra en Irak, no ve señales de mejora, porque el consumo sigue siendo débil.