Arzalluz (centro) asegura que el PNV defenderá la autonomía de la Cámara «con todas sus consecuencias».

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OTR/PRESS-VITORIA
El presidente del Parlamento vasco, Juan María Atutxa, aseguró ayer que presentará su dimisión antes que permitir una dejación de sus obligaciones en defensa de la Cámara. Atutxa considera que la sentencia del Tribunal Supremo que exige la disolución de Sozialista Abertzaleak es una invasión de sus competencias y auguró que cualquier decisión que tome la Mesa el próximo martes podía ser considerada como un incumplimiento.

En todo caso, no quiso avanzar qué decisión adoptará la Mesa. «Seremos respetuosos en la lectura, en el análisis y en las decisiones de todo documento que provenga de cualquier parte, hoy principalmente del mundo de la Justicia», dijo, aunque advirtió que hará «defensa a ultranza de lo que entendemos debe ser defendido como dignidad de esta institución». Atutxa, eso sí, recordó que el reglamento del Parlamento vasco «contempla la posibilidad de constitución de grupo, pero no contempla como posibilidad la disolución». El presidente de la Cámara no ve claro que pueda aplicarse una resolución general de Presidencia, ya que esta vía sólo es útil para «suplir lagunas, y esto no es una laguna, cuando menos podría ser considerado un gran océano porque es alterar totalmente de cuajo nuestro reglamento».

Atutxa aseguró que antes de hace dejación de sus obligaciones en defensa de la «legitimidad y dignidad» del Parlamento vasco, optará por, «un minuto antes, suscribir su dimisión como parlamentario y como presidente del Parlamento, defendiendo hasta el final la dignidad y la razón que creo nos asiste». Y es que la postura del presidente de la Cámara no ha cambiado con la decisión del Supremo, que le causó «perplejidad, compartida por gente muy conocedora de la legalidad vigente en el plano constitucional». «Una vez más, se ha procedido a invadir un área que corresponde a este legislativo», dijo.