Rafael Simancas mostró documentos acreditativos de sus bienes y de los ingresos.

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En conferencia de prensa en la Asamblea de Madrid, Simancas insistió en que es «un persona decente», que quiere conformar un «gobierno decente» y aplicar un «programa decente» y en que «por esa decencia no me dejan gobernar», y se mostró convencido de que «Tamayo y Saéz quieren que gobierne el PP».

Dijo que tiene «demasiado respeto a la Comunidad de Madrid para acceder a este puesto con el apoyo tácito o explícito de estos dos corruptos».

El candidato utilizó buena parte de su comparecencia para enumerar con pormenorizados datos las «escasas propiedades» que tienen él y su esposa y pidió que «otros portavoces» de los grupos parlamentarios de la Cámara hagan lo mismo.

Simancas defendió que su decisión de presentarse a la sesión de investidura «no supone contradicción alguna» con la postura que ha mantenido hasta ahora.

La incógnita sobre cómo evitará Rafael Simancas ser investido presidente de la Comunidad, aún con los votos de los tránsfugas, las peticiones de IU para que gobierne y los reproches del PP por presentarse tras decir lo contrario, centraron ayer las reuniones de los grupos de la Asamblea de Madrid.

El candidato socialista declaraba que, según sus cálculos, podrá haber nuevas elecciones a finales de octubre o principios de noviembre, cumplidos los dos meses de plazo que establece el estatuto tras la sesión de investidura.