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El presidente de Argentina, Néstor Kirchner, finalizó ayer su breve visita de trabajo a España con el apoyo del presidente del Gobierno, José María Aznar, quien confió en que la nueva etapa reformista iniciada por su Gobierno conduzca al país a una recuperación política y económica «cierta e irreversible».

Por su parte, el empresariado español instó al ex gobernador santacruceño a un diálogo «directo y continuo» en una reunión en la que las partes conversaron con «total crudeza» sobre la situación económica del país austral.

De hecho, los empresarios, especialmente el sector bancario, se mostraron críticos con su situación en el país austral tras la crisis.

Tras 24 horas de visita, Kirchner abandona nuestro país con el apoyo incondicional de Aznar, quien le garantizó que España seguirá colaborando con «fuerza y determinación» en la tarea de recuperación de Argentina. Asimismo, durante la rueda de prensa que ambos mandatarios compartieron en el Palacio de la Moncloa, el presidente del Gobierno deseó «suerte» a su invitado para lograr un acuerdo estable con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y poner en marcha la integración del Mercosur.

Horas antes de la reunión con Aznar, Kirchner compartió un desayuno de trabajo con las principales empresas españolas con negocios en el país austral, entre ellas Telefónica, Repsol-YPF, Aerolíneas Argentinas, SCH, BBVA y Endesa, las cuales, en nombre del presidente de la CEOE, José María Cuevas, le instaron a un diálogo «directo y continuo» para que puedan retomar su actividad normal y «relanzar el proceso inversor» con el objetivo de mantener su competitividad.