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A pocas fechas de su comparecencia en la comisión de investigación que se desarrolla en la Asamblea de Madrid, Enrique Benedicto de la Asamblea de se considera inocente y víctima de una campaña de desprestigio que tiene como principal objetivo a su mujer, la portavoz adjunta del PSOE en la Cámara, Ruth Porta.

«Quizás me haya confundido en 30 años de actividad, aunque creo que tampoco, porque cuanto he tenido un error lo he subsanado», aseguró. Recordó que «jamás» ha «metido la mano» en la caja, algo que puede probar con su patrimonio, después de tres décadas de trabajo: la mitad de su casa familiar, un coche y 800.000 de las antiguas pesetas invertidas en negocios financieros.

Benedicto, que pidió declarar en dicha comisión, aseguró que se están sacando ahora presuntas irregularidades en su actividad profesional «con el objetivo de construir una causa contra mi mujer que sirva de coartada a los tránsfugas Tamayo y Sáez». «Son asuntos de poca relevancia que yo intentaré aclarar y explicar debidamente cuando comparezca», dijo.

Niega que haya efectuado una práctica empresarial denominada autocontratación para enriquecerse. Sí admite contexto entre su empresa Camp de Ric con INDOCASA, pero el uso de esa fórmula tenía como objetivo tener una mayor flexibilidad a la hora de cobrar. «En el sistema entre profesional para facturar honorarios es un tema muy utilizado el tener una empresa sociedad anónima que factura», dijo, aunque aclaró que decidió disolver dicha empresa hace un año.