En el registro de varios pisos, los agentes de la Guardia Civil encontraron armas y municiones, así como material para fabricar bombas.

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La operación es fruto de una investigación «larga» y «muy bien planificada», que empezó «hace unos dos años» y que continúa abierta, por lo que no se descartan nuevas detenciones.

Las pesquisas de la Guardia Civil se iniciaron tras descubrir los continuos contactos de dos jóvenes de Tarragona con estos presos italianos. Así, en varias ocasiones se trasladaron a Palma para entrevistarse con Michele Pontolillo en la cárcel.

Esta relación, precisaron, se enmarca en la supuesta admiración que el grupo de anarquistas españoles sentía por los italianos que reivindicaron recientes atentados mediante envío de paquetes explosivos con la denominación «las Cinco C».

En el mes de marzo ambos jóvenes se trasladan a Barcelona para iniciar, junto con otras personas, una campaña de terrorismo urbano. Entre esas personas se encuentra uno de los dos españoles que la policía griega detuvo en junio con motivo de los actos contra la Cumbre de Salónica.

Precisamente esa detención les lleva a cometer la última acción que se les atribuye, el envío de un libro-bomba, compuesto de pólvora prensada y una pila de nueve voltios, a la embajada griega en Madrid, y que fue desactivado por los TEDAX.

Los seis miembros del grupo anarquista tienen entre 20 y 26 años y están también implicados en delitos de terrorismo cometidos desde marzo en Barcelona, como la colocación de artefactos explosivos en oficinas bancarias.